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¿Continuamos con los consejos de Chejov? No eran solo 8 los que nos dejó en su lista. Ahí van otros dos con bastante enjundia:
9. Guarde el relato en un baúl un año entero y, después de ese tiempo, vuelva a leerlo. Entonces lo verá todo más claro. Escriba una novela. Escríbala durante un año entero. Después acórtela medio año y después publíquela. Un escritor, más que escribir, debe bordar sobre el papel; que el trabajo sea minucioso, elaborado.
10. Te aconsejo: 1) ninguna monserga de carácter político, social, económico; 2) objetividad absoluta; 3) veracidad en la pintura de los personajes y de las cosas; 4) máxima concisión; 5) audacia y originalidad: rechaza todo lo convencional; 6) espontaneidad.
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Pues sí que tienen enjundia, sí. El 10º parece más bien una propia lista de consejos en sí misma. En cuanto al 9º… Bueno, es evidente que Chejov fue un escritor de otra época, y además un profesional. Quizás él se pudiera permitir meter en un baúl un relato durante un año entero, pero no sé si un escritor de la actualidad puede actuar así. La exigencia editorial no permite muchas alegrías. Y si se trata de un escritor no profesional, tal vez guardar los relatos durante un tiempo sea productivo, pero no solemos tener esa paciencia.
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Pues no, no se suele ser tan paciente Manolo. No obstante, lo que dice Chejov se puede interpretar como un truco para intentar mejorar la propia obra literaria. Es algo a lo que nos hemos referido otras veces. Es necesario un poco de tiempo para tomar una perspectiva sobre nuestro propio trabajo. Quien dice un año puede decir un mes. Tampoco hay que ser tan extremos, pero sí que conviene dejar reposar nuestros escritos. ¿Para qué?
Bueno, yo creo que una vez acabada una obra, podemos sentir cierta euforia hacia el resultado final. Cómo si nos hubiésemos quitado un peso de encima. O también cierta tristeza si dicho resultado no nos ha dejado del todo contentos. Con un poco de tiempo estas sensaciones se mitigan y podremos ser más objetivos.
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Puede ser lo que tú comentas, Curro. Tampoco hace falta seguir al pié de la letra lo que nos dice Chejov. Pero esa objetividad para analizar y, tal vez, corregir nuestro trabajo se consigue con el tiempo y también con la visión que puedan tener algunas otras personas objetivas que accedan a nuestra obra. Por eso, además del tiempo conviene que otros ojos juzguen en cierta manera nuestros escritos para así poder perfeccionarlos.
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Sí, de eso creo que también hemos hablado, la necesidad de una segunda o tercera opinión acerca de nuestra obra. Es probable que muchos escritores ya consolidados no tengan esta necesidad, pero para uno amateur sí que es un método muy adecuada cara a la corrección y mejora de un texto literario.
Incluso diría que los consolidados también utilizan a otras personas para los juicios preliminares, como el caso de los editores que pueden tener una gran importancia en estas primeras fases creativas.
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¿Y eso de acortar medio año una novela? No lo veo claro. ¿Se refiere a que escribamos una novela año y medio, o que cortemos la mitad de la misma? :confused:
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Pues… No sé :o La verdad es que no estoy seguro. No tengo todas las respuestas, amigo Manolo. :p Creo que está incidiendo en el asunto de tomar tiempo y perspectiva para el desarrollo de una obra literaria. Como dice a continuación, un “escritor borda sobre el papel” haciendo referencia a la minuciosidad del trabajo literario como si cosiésemos las letras al papel. Por ello, hay que tomárselo con calma, y respetar los tiempos, el “timing” que tanto utilizan ahora algunos expertos, como ese comentarista de fútbol de la Sexta, cuya pedantería roza el escándalo… :mad:
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Muy mal, Curro, no sé para qué te pago si no sabes solucionar ni una duda. ;) Pero bueno, supongo que es eso del “timing” que tú dices. Creo que sé de qué comentarista hablas… ¿Uno muy madridista? Normal… que ahora se nos suban a las barbas. Si es que hace tanto que no ganan nada serio que…
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Bueno, bueno… A discutir de fútbol al bar de la esquina.
¿Y del consejo 10º qué decimos? Como comentaba Manolo es una guía de escritura concentrada ¿verdad? El punto 1º me encanta. Nada de monsergas. ¡Cuantísimos escritores deberían tatuarse esto en los dedos para no aburrirnos con sus sermones y aburridas peroratas! Pero creo que estamos condenados a seguir leyendo literatura panfletaria por los siglos de los siglos…
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Amén, Vero, amén. Es un tema polémico el que toca Chejov querida Vero. ¿Hasta qué punto puede un trabajo literario tener unos fines sociales o políticos? ¿Dónde está la línea que separa la buena literatura con mensaje de la panfletaria? Es que hasta encontrar un término para la primera de ellas es algo costoso.
No me gusta nada el término comprometido, sean en literatura o en cualquier ámbito. Cuando alguien es calificado, o peor aun, cuando se autocalifica de “persona comprometida” me hierve la sangre. Comprometida ¿con qué? ¿Con el tráfico de uranio? ¿Con la venta pirata de cd´s de Junco? ¿Comprometida con su pareja? No lo entiendo.