Si bien no es definitorio, hay quienes aseguran que la base de la rosa de una novela debe contener entre sesenta mil y doscientas mil palabras, lo que se traduce, para que nos demos una idea aproximada, en trescientas y mil trecientas páginas respectivamente.
Otras de las características del género de la novela que ayudan a diferenciarlo del cuento es que tal vez las tramas sean más complejas en la primera y que los contextos y ambientes estén mejor detallados ya que el autor tiene, en principio, más libertad de acción a causa de la extensión.
A lo largo de la historia la novela sea, quizás, uno de los géneros que más transformaciones sufrió. Su análisis, por lo tanto, debe hacerse dentro del contexto temporal y cultural, y no se debe dejar de lado en ese contexto las corrientes literarias predominantes en casa época.
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