Las técnicas de inmersión en La Fundación
Buero Vallejo construye un espectacular universo en constante cambio en su obra La Fundación.
En ella, un preso enloquecido olvida que está en la cárcel y los motivos que le han llevado hasta ahí y paulatinamente va recuperando los recuerdos.
El principal acierto es el enfoque que Buero le da al asunto. Nos presenta el ingreso del joven en una lujosa fundación, que es la que el protagonista cree ver, pero que se trata de la propia prisión, cosa que no sabemos hasta más adelante.
Esta ficción se va reduciendo a medida que el joven va recuperando la memoria con ayuda del resto de personajes y el lector (o espectador) accede a la cruda realidad de la mano del protagonista.
Esta iluminación de la verdadera realidad en los lectores se consigue por medio de mutaciones de objetos, que están detalladamente descritas en las largas acotaciones que encontramos entre los diferentes diálogos, de manera que la habitación confortable se va transformando poco a poco en una deprimente celda.
Es por ello que los elementos escénicos son una parte imprescindible de la obra, las cuales han de ser tenidas muy en cuenta a la hora de representarla con éxito, ya que son la clave para sumergirnos en la realidad de los personajes.