Supongo que como muchos de vosotros conocí a Baudelaire, a través de "Las Flores del Mal". Tengo que admitir que no he leído entera esta obra, pero la figura de este "poeta maldito" me fascina, más allá de su contribución literaria. Y como el libro del que hablas, Curro, también siento mucho interés por esa época en la que se vivió una verdadera explosión artística en Francia. Creo que Baudelaire fue uno de los pioneros al que muchos otros artistas siguieron en esa manera tan peculiar de tomarse no solo su actividad artística, sino también la propia vida. Fue un verdadero bohemio, con todo lo que conlleva, y muchos escritores posteriores desearon ser el "nuevo" Baudelaire imitando sus poses, virtudes y, especialmente sus vicios. Y ahí está el famoso tema de la absenta, que todos estos poetas y artistas consumían en cantidades industriales. Oye ¿y qué fue de la absenta? En el bar que hay debajo de mi casa no la sirven...
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