Hace frío en este lugar. Los escalofríos se confunden con el latido de mi corazón, un viento del sur corre por el paisaje y sin ser invitado se filtra por un agujerito de la ventana.
Las hojas de los árboles se doran al caer el sol y el ruido de los autos ya no se oye. Todo está calmo bajo éste sol de mayo.
Miro hacia fuera y sin pensarlo te pienso, nuevamente, otra vez, es este lugar y a esta hora te invoco como cruel fantasma del pasado que vuelve y me envuelve en sus brazos y no me suelta, no me aleja o no quiere alejarme.
Yo intento soltarme, bajo éste sol de mayo que dora los hojas pienso en dejarte. ¡Oh!, si tan sólo pudiera ser aquel desenlace que nunca llega, sería tan feliz.
Pero nada ocurre, tu sombra se queda quieta donde siempre está y no se aleja.