Los personajes en La Busca

Pío Baroja no indaga de manera profunda en los personajes de esta novela pero tampoco los presenta como seres vacíos.

Su protagonista, Manuel, un joven abúlico, falto de voluntad y bastante influenciable. Se enamora de la sobrina de Doña Casiana, dueña de la casa de huéspedes en la que se aloja. En sus peores momentos está en compañía de El Bizco y de Vidal, a los que les gusta rodearse de prostitutas, ser violentos y dedicarse al juego y al hurto. Pero cuando la moral le llama Manuel siente la necesidad de dejar estas compañías para acercarse a Custodio, que es su guía hacia la vida de bien, y le hace ver que es posible ser feliz pese a vivir de lo que recoje siendo un trapero analfabeto. Don Roberto es otra buena influencia para Manuel, pese a que en un principio se le presenta como un loco que suspira por una herencia que parece inexistente, poco a poco se le va individualizando para dar cuenta de su buen corazón.

Voy a completar la información ofrecida por Lope Doc con un breve análisis acerca del significado de la obra:

El propio Pío Baroja habla de la obra como una "fotografía retocada", que surge como fruto de la observación directa de los comportamientos humanos.

Es un documento histórico que da cuenta de las costumbres de la época y de los vicios y las virtudes que los habitantes tenían entonces.

Tiene cierto carácter darwiniano, especialmente en lo referente a Manuel que trata de lograr la adaptación al medio mediante la cual poder vencer en su lucha por sobrevivir.

Pío gusta más de sugerir que de describir, pese a lo que logra poner ante los ojos del lector la miseria de los pobres.

Os dejo un pequeño resumen argumental que espero que os sea útil.

En el libro hay tres etapas claramente diferenciadas.

En la primera de ellas el protagonista Manuel entra a trabajar en una zapatería y en esa época comienza a relacionarse con malas compañías procedentes del mundo del hampa.

La segunda comieza cuando la zapatería cierra y Manuel, enfermo es expulsado de la pensión en que se aloja y vuelve de nuevo a frecuentar las malas influencias de sus antiguos amigos.

La tercera etapa parece el nefasto final de Manuel que decide entrar en el hampa tras los duros golpes de la muerte de su madre y del desengaño amoroso entra como miembro en el hampa, aunque a última hora abandona ese mundo y decide decantarse por buscar un trabajo honrado.

Esta es La Busca de sí mismo que por fortuna parece solucionada al final con un carro de buenas intenciones y el apetito de una vida recta.

Parece que cada cual se especializa en una cosa... ¿Me va a tocar siempre a mí hablar del estilo del narrador?....:p

Pues a ver...

La ironía y el humor, tanto verbales como situacionales, son las principales constantes del estilo del narrador de la obra, que critica lo que ve con una asombrosa frialdad y una objetividad despojada de cualquier tipo de sentimientos o de retórica. De hecho el propio Baroja afirma al inicio de la obra que tal vez su prosa no sea la adecuada para un literato.

Obviamente es falsa humildad, si bien es cierto que peca de cierto desorden argumental y de fragmentarismo en las historias que narra.

Intercala historias a veces como la de Don Roberto, lo cual en ocasiones acentúa ese caos del que hablamos.

Sus conocimientos son limitados, nos cuenta lo que ve y la opinión que ello le produce aunque a veces accede a los pensamientos de los propios personajes y otras se retira de la escena dejando que sean las palabras de ellos mismos las que continúen con el desarrollo de la trama, lo cual logra por medio de la inserción de diálogos.

Biografía de Pío Baroja

Nació en 1872 en San Sebastián.

Su familia no pasaba penurias económicas y eran bastante cultos lo que favoreció su formación, así como los múltiples viajes que realizo debido a motivos profesionales de sus progenitores.

Estudió Medicina, carrera que terminó en 1894, y ejerció un año hasta que sorprendentemente renunció para coger las riendas en Madrid de la panadería que hasta entonces llevaba una tía suya. Allí conoció a autores de la talla de Azorín o Maeztu.

En el año 1935 entró a formar parte de la Real Academia española pero tuvo que emigrar a Francia al estallar la guerra debido a su anticlericalismo.

En el año cuarenta regreasa a España y sigue escribiendo, tanto novelas como poesía y teatro hasta su muerte en 1956.

No está mal esta obra de la que habláis, pero a ratos me ha parecido un poco cercana al género folletinesco por las siguientes razones.

La sintaxis no parece muy elaborada por parte de Baroja y el vocabulario no es excesivamente brillante. (Cosa que como ha comentado alguien por ahí arriba, el propio Baroja admite al empezar la novela).

Existe unas saturación de imágenes ambientadas en los suburbios, cosa que es muy del agrado de Baroja, que rara vez describe ambientes refinados o de buen gusto.

Además los personajes son un poco planos y carecen de voluntad. Su recorrido es bastante lineal en muchos de los casos.

A pesar de eso no me disgusta la novela, pero ni mucho menos es una de mis favoritas.

Refrendo lo dicho por Snake D.D y Diego Calatayud: el estilo en la narración es un tanto descuidado.

Cuando abro un libro espero encontrarme un lenguaje literario en la mayoría de los pasajes y me da que eso a Pío Baroja le traía sin cuidado.

(Es mi opinión probablemente equivocada, ya que él fue un reconocido literato y yo no soy más que un devorador de libros).

Cierto es también que los personajes desesperan un poco y a veces dan ganas de darles un buen pescozón para que espabilen o para que tengan un poquito de voluntad para hacer las cosas o decidir el camino correcto. (Vamos que se llama la Busca porque el tal Manuel busca, y es normal que busque, pienso yo, porque todavía le faltan un par de hervores.)

Le cogí cariño eso si, a los personajes de Don Roberto y Don Custodio. (Manuel!!! si lees esto hazle más caso a ambos la siguiente vez que yo lea la novela!!! :) )