Tema: El secreto de San Isidro

Los sucesos que cuenta el periodista Nisolás Cassese en el libro El secreto de San Isidro ocurrieron en plena dictadura militar en la Argentina, entre los años 1976 a 1980, por lo cual se trató de ocultar todo lo ocurrido. Es una historia verdaderamente escalofriante ya que da detalles de cómo uno de los profesores de arte del colegio abusaba de la matoría de los niños de los últimos años del colegio primario. Otro de los párrafos del libro cuenta:

“Además de los talleres, las clases en el colegio y los encuentros en su propia casa, los campamentos eran el otro escenario donde Peter ejercía su poder de convocatoria. Pese a que no estaban organizados de manera oficial por el San Juan, el colegio avalaba la iniciativa y hasta aportaba algún celador más conservador para controlar a Malenchini, pero era en vano”.

El nombre del abusador de niños es Peter Malechini, un profesor de artes que invitaba a los niños a su casa y que además organizaba campamentos en los que tenía piedra libre para abusar de estos chicos. Ya convertidos en hombres de 40 años, durante una cena de ex egresados saltó el tema y se pusieron de acuerdo para sacar a la luz estos abusos y denunciarlos. Otro de los fragmentos del libro dice:

“Los campamentos -que solían ser en Córdoba en invierno y en Bariloche en verano- eran el reinado de Peter y allí, rodeado de chicos de once y doce años, desplegaba sus encantos y administraba con celo el privilegio de estar cerca de él. En el medio de la sierra o la montaña, lejos del San Juan, de San Isidro y de los padres, Malenchini era el sol alrededor del cual giraba un grupo de niños fascinados y ansiosos por ser uno de los elegidos”.

Un dato estremecedor sobre la historia de este libro el periodista Nicolás Cassese, llamado El secreto de San Isidro, es que el perpetrador de los abusos, el profesor Peter MAlechini, no pudo ser condenado por la justicia ya que en Argentina los abusos sexuales prescriben a los diez años e ocurridos. Pero sí tuvo condena social a partir de la denuncia pública que hicieron dos hermanos que fueron víctimas de este hombre. Más fragmentos de esta brillante crónica:

“En el viaje a Bariloche para el campamento de sexto grado, a Tupa le tocó el privilegio de acompañar a Peter en el auto, un lujo reservado para el preferido. Mientras se imaginaba a Banca, Nico, Charly y el resto de sus compañeros del colegio amontonados en el ómnibus que él había logrado evitar, Tupa se perdió en el paisaje que corría por la ventanilla”.

Una de las cosas que da cuenta el periodista y escritor Nicolás Cassese en su libro El secreto de San Isidro, es que el abusador de menores se aprovechaba de la corta edad de sus víctimas para hacer sus bajezas, ya que un niño de 12 o 13 años no está preparado para afrontar un abuso sexual y se siente culpable.

A raíz de la denuncia pública en un programa de televisión en el año 2003, por el testimonio de dos hermanos que habían sido abusados, en Argentina se modificó la ley de prescripción de estas causas y hoy no caducan a los diez años sino que son considerados delitos graves que pueden ser denunciados con el paso del tiempo. HA sido un avance realmente importante en materia penal, ya que muchos menores que fueron víctimas de abusos sexuales solo se animan a denunciarlo cunado son adultos.

Los denunciantes públicos que contaron su caso en las cámaras de televisión fueron Tupa y Juanqui Belgrano, dos hermanos que habían sido víctimas de Peter Malechini cuando niños. Pero un detalle no menor es que Juanqui, había optado por hacerse sacerdote y tal vez su testimonio fue de gran valor para que la cuestión cobrara relevancia. Cuenta el escritor en el libro El secreto de San Isidro que el periodista que les hacía la entrevista el programa, que se llama Rolando Graña y cuenta con una vasta experiencia en el periodismo, no podía contener las lágrimas mientras escuchaba el relato de los hermanos que habían sido abusados. Otro fragmento del libro dice:

“Había sido un día largo y, cuando la oscuridad le impidió seguir distinguiendo formas, cerró los ojos para descansar. Adelante, separados por el asiento alto y continuo, viajaban un preceptor del San Juan, que manejaba, y un alumno mayor, que le cebaba mate”.

Para quienes gusten de las crónicas periodísticas, realmente el libro El secreto de San Isidro es muy recomendable, sobre todo por el tema que aborda, el de los abusos a menores en un colegio de clase alta de San Isidro, una localidad de Buenos Aires también muy distinguida. El autor, si bien no fue víctima de abusos, ya que el perpetrador no trabajaba más en el colegio cunado él cursaba las clases, fue es alumno y conocía muy bien las cuestiones internas de la alta escuela. Otro fragmento del libro dice:

“Conversaban distraídos haciéndose oír sobre la música del pasacasete, ajenos a Tupa y a Peter, los pasajeros del asiento de atrás, que dormitaban en silencio, ensimismados cada uno en sus pensamientos, hasta que Peter deslizó su mano por el cuello de Tupa, lo atrajo hacia su falda y lo recostó sobre su pene, que se asomaba tieso por entre los pliegues del pantalón. Afuera, la noche cerrada se apretaba contra el auto”.