Tema: Entrevista a Arturo Perez Reverte

Una de sus novelas más exitosas y vendidas de Arturo Pérez Reverte es Alatriste. Sobre este personaje de ficción, su creador dice que tiene algo de él y que le ha puesto la forma y el carácter que él mismo tiene para ver la vida. Sobre su personaje Alastriste dice:

“Piensa como yo, mira como yo, cree como yo que a veces es necesario batirse por lo que se ama. Pero fuera de eso, todo el resto está tomado de la realidad”.

Arturo Pérez Reverte es un amante de los poetas del siglo de Oro español, etapa literaria sobre la que opina que ja sido muy rica y valiosa para la literatura. Es más, también dice que España todavía mantiene su eje de Gran potencia mundial en las letras aunque puede estar en decadencia actualmente.

Dice sobre ello:

“España era lo que ni siquiera es hoy Estados Unidos, tenía agarrado al mundo por las pelotas. Nunca ha habido una potencia como aquella España, que ya estaba decayendo pero aún tenía la inercia del viejo imperio”.

La génesis de los libros de Arturo Pérez Reverte es bastante especial, al menos así suena de la boca del mismo autor cuando explica, por ejemplo, la creación de su personaje Alastriste, el detective protagonista de la mayoría de sus novelas de intrigas.

De acuerdo a lo que explicó Arturo Pérez reverte en una entrevista que le hciieron de la revista Ñ en el año 2004, el personaje Alastriste es cerado en el tiempo medieval, momento en que España estaba atravesando por una crisis educacional y social muy fuerte y cuando aparece Lutero con sus nuevas ideas.

De acuerdo a lo que sostiene el autor, ene se tiempo los hombres eligieron al Dios equivocado y ese error es el que se paga actualmente, sobre todo los países de América Latina y también España. Sobre ello dice:

“Y ahora seguimos pagando un precio altísimo en cuanto a atraso –y por consecuencia también América Latina–, por haber elegido un Dios equivocado en un momento decisivo para la historia. Curas fanáticos, ministros corruptos y reyes incapaces nos llevaron a ser la piltrafa que todavía somos”.

Arturo Perez Reverte como he contado antes, es un amante de la literatura española del siglo de Oro y, en consecuencia, de autores como Quevedo y Lope de Vega, quienes de cierta forma asoman en algunas de sus novelas.

Una de las cosas que opina Pérez Reverte es que España fue el epicentro de la cultura y las letras en el mundo pero que la sociedad española no se esmeró demasiado para mantener eso con el paso de los siglos.

Sobre esto, dice en una entrevista que le dio a la Revista Ñ en el año 2004:

“Es que nunca se dio en la historia de la cultura occidental, jamás, una conjunción de talentos en tan poco espacio y en un momento determinado. ¡Vivían todos en cuatro calles a la redonda! Si ese barrio hubiese sido inglés –la desgracia es que estamos en España–, allí habría monumentos, placas, bibliotecas, museos, estatuas... Lope, Góngora, Quevedo, Calderón, Rojas Zorrilla, vivieron todos en el mismo barrio y en la misma época, y esa diversidad cultural no se dio jamás en la historia de la humanidad”.

Arturo Perez reverte es admirador de los grandes poetas del siglo de oro español, autores que ha leído desde que era muy pequeño junto con las tragedias griegas. También es un seguidor de Alejandro Dumas, y ha dicho en muchas ocasiones que ha sabido ver bastante sangre en todas estas historias de los grandes escritores. Sobre ellos dice:

“Góngora fracasó porque era muy elitista a pesar de que su poesía era magnífica. El resto de estos tíos triunfa en su época porque la clave de su arte es que era popular. En el teatro de Shakespeare tú estás leyendo el corazón humano, pero no estás hablando de la Inglaterra de entonces, no entiendes a la sociedad isabelina. A cada uno lo suyo: mientras Shakespeare es más universal, la literatura española del siglo XVII es tan concreta socialmente que te permite comprender la época, lo que se comía, lo que se vestía, cómo se amaba... Y esa riqueza documental no se ha repetido.

Arturo Perez Reverte nació en el año 1951 en la ciudad de Cartagena y desde el año 2003 forma parte e la Real Academia española. Sus primeros pasos en la escritura los dio como periodista y fue una profesión que mantuvo por años hasta que, según el mismo ha confesado en muchas entrevistas, se cansó porque lo condicionaban a la hora de escribir sobre la realidad.

Sin duda alguna que la saga de Las aventuras del capitán Alastriste es la serie de sus libros más brillantes que ha hecho explotar las taquillas de ventas en el mercado editorial de habla hispana, y también de lengua anglosajona ya que también es uno de los escritores españoles más traducidos. En la década del 90 Perez Reverte hizo sus primeras incursiones en la radio con un programa que tuvo gran éxito. Fue enviado por un diario como corresponsal de guerra, se trató de la Guerra de Malvinas entre Argentina e Inglaterra en el año 1982.

Antes de ser escritor de ficción, Arturo Pérez Reverte fue periodista. Trabajó como corresponsal de guerra e hizo crónicas brillantes de las historias que le tocó cubrir. Sin embargo, dijo que una de las razones por la que abandonó su antigua profesión fue porque no tenia libertad para escribir sobre lo que le venía en gana.

El primer libro que publicó se llamó El húsar y fue en el año 1986.esta novela transcurría en el siglo XIX. Después empezó a publicar obras con ele spacio de dos años y luego, uno, siendo un autor muy buscado por las editoriales españolas ya que sus novelas se convirtieron rápidamente en best Sellers y obtuvieron muchas traducciones lo que no es sencillo de que ocurra. A mediados de los años 90 Arturo Pérez Reverte ya era un escritor consumado y reconocido en el mundo entero, gozando de muchos millones y de gran prestigio.

Aunque haya dejdo el periodismo porque no se sentía cómodo para escribir, Arturo Pérez Reverte dice que algo bueno sacó de ese cambio y afirma durante una entrevista que le hicieron para la revista Ñ de Argentina en el año 2004:

“Me enseñó palabras como caridad y compasión, valores que yo desconocía, porque era joven y cruel. Pero el estar en contacto tanto tiempo con el dolor me dio una visión de lo humano de la que yo carecía, me formó como ser humano. Y también aprendí mucho del valor de estar vivo. En cierta forma, el periodismo en la guerra es la vida bajo presión, y eso hace que saques de ti lo bueno y lo malo, y que te conozcas y te enfrentes a tus miedos, a tus defectos, a tus remordimientos, a tus heroísmos y cobardías. Digamos que fue una magnífica escuela de autoconciencia”.

Otra de las razones por las que abandoné el periodismo era cierta búsqueda de libertad, libertad para escribir y hablar de lo que yo quisiera, de no tener jefes.