Rodolfo Fogwill falleció hace tres años, de una severa afección pulmonar, dejando varias historias inconclusas. Sigo compartiendo imágenes y pasajes de lo que opina su hijo Andy, quien es en cierto modo una artista de la publicidad. Actualmente dirige la empresa Landia, que cuenta con sucursales en Argentina y Los Ángeles, de modo que viaja de un extremo al otro del continente.
“Recuerdo a mi papá como una tipología de hombre en extinción: sin miedos, libre, algo salvaje y muy dedicado a desarrollar el placer y a vivir varias vidas a la vez. Escribir, las minas, ser padre, pensar, navegar. Había podido hacer de sus deberes un placer”.
“Siempre me sorprendió sentir que en él no había disociación entre interior, exterior, conciencia e inconsciencia, era la misma cosa. Hacer lo que decía, pensar lo que decía. Sin especulaciones. Supongo que decir lo que pensaba y decir todo era como un deber para con su voz interior”.
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