La ironía es un elemento muy utilizado en la literatura. Se trata de aquello que existe de irrisorio entre el discurso y lo que en realidad hacen los protagonistas de un relato. En muchos casos, este recurso es usado a propósito, como es el caso de los guiones de teatro, aunque a veces surge de manera inesperada.

Los dramaturgos usan la ironía para provocar la reflexión de los espectadores y también para darle más énfasis a la idea más importante de la historia pero puede ser peligroso, ya que debe estar muy bien utilizado, en el momento y de la manera correcta ya que si la intención es hacer reir, puede provocar el efecto contrario.

Un ejemplo de la ironía en la literatura es en Romeo y Julieta, de William Shakespeare, historia en que ambos protagonistas se suicidan pensando en que no podrían compartir su vida juntos y ser felices.