Las siempre “vigentes” aventuras de Sherlock Holmes

Muchos críticos y analistas de la literatura de todos los tiempos han realizado extenuantes trabajos para dilucidar por qué el género negro no ha dejado de pasar de moda desde su aparición.

La respuesta, para quienes no somos académicos sino simples lectores,es sencilla:el crimen y la lucha contra el mal es algo que ha existido desde comienzos de la humanidad y nuncha ha cesado.

Un libro sin precedentes y que ha marcado huellas profundas en el género policial es Las aventuras de Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle.

A partir de la creación del magistral personaje principal de sus historias, ese enigmático y excéntrico detective que logra llevar a buen término todos los casos que se le presentan, Sir Arthur Conan Doyle estableció un parámetro de referencia para los escritores, tanto aficionados como profesionales, de esta inagotable fuente de creación que es el género policial.

El género negro es uno de los que aún siguen vigentes en la actualidad. Hay quienes sostienen que los fundadores de este tipo de narrativa fueron Edgar Lan Poe con su memorable trabajo “Los crímenes de la calle Morgue”. También lo fue Sir Arthur Conan Doyle.

Ambos escritores dieron forma a personajes definitorios dentro del género negro como son los infaltables detectives. En el caso de Poe, es Dupin quien asume ese rol para dilucidar el caso. Lo mismo ocurre con la magnífica invención del “Sherlock Holmes” en Estudio en escarlata de Conan Doyle.

Es realmente apasionante el estudio de este tipo de novelas, sobre todo desde su análisis discursivo en el que muchos estudiosos concluyeron que estos primeros autores del género utilizaron el “lenguaje no hablado” para crear, desarrollar y dilucidar el enigma. De este modo, señales, ruidos, colores y hasta movimientos del cuerpo son los principales recursos en la novela negra.

Para el genial Umberto Eco (magistral autor y más aún critico de la literatura), el libro de Edgar Alan Poe, Los crímenes de la calle Morgue, quedará en la historia de la literatura como una obra basal, ya que en ella se erigieron las piedras angulares que dejaron las pautas para las narraciones policiales que aparecerían después.

Según Eco, en el libro de Poe hay tres rasgos distintivos que surgen por primera vez en un relato negro: el primer punto es la aparición del detective “por casualidad” y no el policía o quien está formalmente a cargo de cualquier investigación.

Otro aspecto novedoso es que la trama es relatada por un narrador que habla en tercera persona, elogiando al detective que ha creado. Y, por último, la pieza clave: el enigma, pero en un espacio relativamente definido.

Lo cierto es que este género ha subsistido hasta hoy, satisfaciendo las expectativas de los lectores más exigentes…