Siempre que uno organiza un viaje de lo último que se ocupa, muchas veces, es de encontrar que buena novela podrá quitarme el sueño durante mis días de relax en la playa o la montaña.
Acaba de sucederme ir corriendo hacia mi biblioteca personal y ponerme, detalladamente, a observar y pensar qué libro es el indicado para mis vacaciones. Esa novela tendrá que tener una escritura veloz y no deberá ser extensa en meras descripciones, deberá ser atrapante y tener una pizca de suspenso y contar una historia interesante, claro que deberá tener romanticismo y no deberá ser demasiado extensa pero tampoco muy corta.
La novela que encontré y que reúne esas características es “El perfume” de Patrick Suskind. Una historia fascinante de un asesino que lo único que quiere lograr es encontrar el perfume perfecto, el aroma perfecto teniendo como ingrediente principal la esencia del cuerpo humano.