El siglo XX es un siglo de muchos cambios, no sólo para la vida social, económica y política del mundo entero, sino también que es un siglo de muchos cambios literarios.
Recordemos, el siglo XIX es el siglo de la novela realista como "Madame Bovary" de Flaubert y "Rojo y Negro" de Stendhal, es el siglo de la representación burguesa de la realidad. Pero en el siglo XX, gracias a las vanguardias y a los cambios de paradigma, la literatura se empieza a construir teniendo como protagonista a un sujeto individual que piensa y reflexiona en su interior. Es decir, que la ruptura de la narrativa del siglo XX, construye una nueva literatura del fluir de la conciencia. En este nuevo enfoque psicológico y filosófico de la narrativa, se crean obras que ponen en tela de juicio el pensamiento y reflexión del individuo, y se aleja así de la estética realista del siglo XIX, como por ejemplo la novela "Crimen y castigo" de Fiódor Dostoievski.
Esta nueva narrativa del siglo XX lo que intentó realizar es tratar de captar la nueva realidad interior y transferirla al poema, cuento, novela o narración, alejándose de la representación realista del siglo XIX que intentaba captar lo real atemporal y eterno.
Luego de lo dicho podemos que concluir que la novela del fluir de la conciencia del siglo XX es sin duda "La señora Dalloway" de Virginia Woolf
Como bien señalas el siglo XX fue el siglo de las rupturas, de los choques y, por ende, de las vanguardias no sólo artísticas sino también literarias. En éste mismo siglo se crearon las mejores obras literarias del mundo teniendo como representantes a nada menos que a Virginia Woolf, Franz Kafka, Julio Cortázar y F. Scott Fitzgerald, entre otros.
Éste siglo ha logrado que los autores se conviertan en testigos de su tiempo, y que escriban desde ese lugar sus diversas obras. Es como si el escritor de repente se ubicara en un lugar neutro y desde allí observara todo lo que ocurre a su alrededor. Y de tanto mirar logre recolectar datos, descripciones, situaciones y acciones para volcarlas a sus obras. Bien como tú dices, los escritores utilizaron y comenzaron a observar, como testigos, no sólo el exterior que se aparecía a sus pasos sino también el interior, lo que sentían, cómo lo sentían y por qué lo sentían.
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