Pues va a ser que no. Vargas Llosa ha dicho que no al Gobierno español. En contra de lo que a todos nos gustaría, Vargas Llosa no dirigirá el Instituto Cervantes. Sus razones tendrá y hay que respetarlas, pero hubiera estado bien poner a un embajador de la lengua española del calibre de Vargas Llosa.
La verdad es que en su caso reúnes algunas características de incalculable valor, porque es un grande de las letras en lengua española y, al mismo tiempo, es un magnífico puente de unión entre los dos continentes. Vargas Llosa es tan español como peruano, y eso es muy valioso.
Las razones aducidas por Vargas Llosa para rechazar el cargo han sido las de que piensa que la dirección del Instituto Cervantes le iba a distraer de su plena dedicación a la creación literaria. Se ofrece a colaborar con el Instituto Cervantes, pero sin el compromiso de lo que supondría hacerse cargo de su dirección.
La pregunta ahora es, ¿cómo se lo ocurre al gobierno español filtrar una noticia así sin hablarla antes con el interesado? Estas cosas se hacen bien, se hablan con el personaje y una vez que está de acuerdo, se hace público. Si no, ocurre lo que ha ocurrido, que se hace públicamente el tonto. Sin necesidad
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