Educación, memoria y dictadura

Educación, memoria y dictadura en la escuela media, la transmisión del pasado traumático en el sur de la provincia de Santa Fe.

Este libro es un libro de investigación, pero no de investigación histórica, que comienza a gestarse en el año 2006 cuando el ministerio de educación de la nación, junto con la Agencia de Cooperación científica y tecnológica lanzó una convocatoria a grupos de investigación que estuvieran integrados por profesores de institutos terciarios y universitarios.

El grupo de investigación del que hablamos está dirigido por María Silvia Serra, quien es la directora de la escuela de ciencias de la educación de la Facultad de humanidades y artes. Se trata de un trabajo cuya lectura es necesaria para los docentes de cualquier país del mundo que haya atravesado por la aguda y nefasta experiencia de ser victimas en algún momento de su historia del terrorismo de estado.

Lo que plantearon estos investigadores al comienzo de su investigación es que en el año 2006, con la instauración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se produce un punto de inflexión en el sistema educativo y, de hecho plantean que la temática de la dictadura se viene desarrollando en las escuelas de manera conflictiva y que muchas veces esta conflictividad no se presenta de manera explícita.

El tema investigado sobre que los docentes no desarrollan en el aula los conceptos básicos que deben a los alumnos en cuanto a las experiencias de su país al ser víctimas del terrorismo de estado, lo que presenta una doble preocupación, porque de acuerdo a las encuestas realizadas por los autores, en donde por supuesto eran encuestas escritas y los chicos podían tildar más de una opción, un 71% de chicos dijeron haber charlado el tema en la casa y más de un 94 por ciento tildó la escuela.

Otro de los conceptos que deberían cambiar los maestros el concepto de las efemérides, ya que de acuerdo a los datos recavados durante su trabajo de campo, los maestros suelen relacionar únicamente a las efemérides con los anuncios o recordatorios en el pizarrón, lo que no es positivo desde el punto de vista pedagógico.

Otra cosa referida a las efemérides culturales es que los maestros tienen distintas edades y por lo tanto también tienen una concepción distinta del recuerdo y del dolor y eso hace que lo transmitan de manera diferente.

La carencia de herramientas con que los docentes responden a las preguntas de los chicos: por ejemplo, en el libro citan un testimonio de un docente que dice que los chicos no tienen esa percepción inmediata del dolor del otro y por lo tanto no tienen miedo a preguntar por ejemplo por las formas de tortura, cuestión que a los maestros incomodan mucho.

Otra cosa que me gustaría aclarar, es que quien lea este libro no se va a encontrar con un libro de historia sino con un libro de investigación por lo que va a acceder a muchas encuestas, testimonios, en especial de docentes.

Muchos de los planteos que desarrollan los maestros que sostienen los docentes que han sido encuestados por el grupo de investigación son muy importantes para la experiencia de muchos docentes de distintos lugares del mundo. Creo que este último interrogante planteado por esta docente marca un poco el rumbo en las formas de transmisión en la educación de este tema tan importante como es la historia del país durante la última dictadura militar.