La escritura en la adultez

Escritores de todos los tiempos coinciden en que en la adultez se logra una escritura y un poder de imaginación y creación como nunca antes han tenido. ¿Cuántas veces hemos escuchado que nuestros padres, abuelos se ponen a escribir poesía, cuentos, relatos, etcétera? Yo lo he escuchado muchas veces.
Para mí, entonces, los escritores adultos son los que se conocen como “sabios”, Según la RAE: “sabio1, bia.
(Del lat. sapĭdus).
1. adj. Dicho de una persona: Que posee la sabiduría. U. t. c. s.
2. adj. Dicho de una persona: Que tiene profundos conocimientos en una materia, ciencia o arte. U. t. c. s.
3. adj. Dicho de una cosa: Que instruye o que contiene sabiduría.
4. adj. cuerdo (‖ prudente). U. t. c. s.”
Así, si observamos la descripción de la RAE podemos advertir que las personas que poseen sabiduría, los sabios, son adultos y capaces de adquirir experiencias aptas para escribir y crear con mayor imaginación.

En este plano de adultez escritural nos encontramos con una nueva escritora que comienza a escribir a los 71 años de edad, dicha escritora es Elvira González Fraga, la última compañera de uno de los escritores argentinos importantes del último siglo: Ernesto Sábato.
Esta nueva escritora de 71 años publicó su primera novela “La ofranda” en la Editorial Losada, dicha obra fue escrita en 20 años ya que en todo ese tiempo disfrutó la crianza de sus nietos, vivió junto al gran escritor Ernesto Sábato y hoy, en el año 2013, se dedica a publicar su primera novela.
Contando con profesionales de las letras Carme Riera y Juan Cruz, la ahora escritora Elvira González Fraga Serena se animó a escribir una novela con todo lo que ello significa. Ya que siendo una mujer mayor de 70 años, dedicada a cuidar a sus nietos y a vivir tranquila se decidió por irrumpir en el mundo literaria publicando una novela, y eso no lo realiza cualquiera.

En una reciente entrevista a un reconocido diario literario la escritora Elvira González Fraga dialogó y contó su experiencia como una nueva escritora en la adultez. Me gustaría, a continuación, compartir sus palabras, su experiencia, ya que les servirá a todos los nuevos escritores que en la adultez desean escribir. Ojalá les sirva de ejemplo.
A continuación comparto las palabras de Elvira González Fraga sobre su novela “La ofrenda”, sobre qué es la escritura para ella y cómo surgió ese deseo de escribir:
"Escribir para mí es más la búsqueda de un clima que de unos hechos. Diferentes circunstancias lo interrumpieron durante 20 años y tuve que empezar varias veces. Esta novela no es lo único ni lo mejor en mi vida. Hoy sé que lo mejor es “cuidar”. Cuidar la vida, a otros, cocinar para ellos. Cada generación cree que va a cambiar el mundo, la mía está llamada a evitar que se destruya. Por eso creo que “cuidar” es hoy el verbo por excelencia."

El personaje central de su novela es Martina, una mujer muy importante que nos revelará momentos y vivencias de la misma autora, en las explicaciones que veremos a continuación, sobre dicho personaje, vamos encontrar más que una historia:
"Es una mujer habitada por ensueños. El momento central es el viaje en tren, cuando deja una vida confortable y de bienestar. ¿Por qué el tren? Esto viene de la literatura rusa. Con Ernesto hablábamos de hacer un viaje en el tren que une San Petersburgo con Moscú, a la manera de Anna Karenina. Martina tiene un afortunado encuentro con el amor. El libro también rinde homenaje al padre Carlos Mugica, con quien trabajé. Me interesaba que Martina fuera vulnerable, obediente y sumisa y que en un momento se atreviera a perder, cuando parte en ese tren. Allí empieza a cruzarse con perdedores. Entre ellos renace, porque se nace del dolor de perder."

A continuación compartiré las palabras de la autora Elvira González Fraga, palabras que determinarán el futuro literario de los nuevos escritores, en realidad es para que todos los escritores adultos que decidan ingresar al turbulento mundo literario partan de la creación de un personaje que no necesariamente debe correrse de ellos mismos, ¿qué quiero decir? Que cuando creen sus personajes tomen rasgos de su vida personal y privada eso los ayudará a crear, sino, miren las palabras de la escritora.
“Soy socióloga e hija de una matemática, pero pocas veces se me da lo razonable. Me dejo llevar por las circunstancias y he vivido envuelta en ensoñaciones. En ese sentido Martina participa de mi manera de ser. Otra cosa autobiográfica es esa obediencia inicial de Martina. En eso me parezco un poco.”
Luego de sus palabras creo que su enunciado es claro, tomar vivencias de su propia vida y plasmarlas en la novela la ayudan a crear un relato mucho más sensible y personal.

También me gustaría compartir con ustedes los momentos en que la autora habla de su vida y su influencia literaria al compartir años con nada menos que con Ernesto Sabato, el famoso escritor y ensayista que ha escrito novelas como: "El túnel", "Sobre héroes y tumbas" y "Abaddón el exterminador", novelas con las que ha ganado innumerables premios pero sobre todo se ha ganado el reconocimiento de miles de lectores que al leer sus novelas se han sentido identificados y lo han tomado como ejemplo de vida, ya que como todos saben las novelas de Sabato son de una sencillez y sinceridad tan única que logran que uno al leer sus novelas se sienta rápidamente identificado con sus personajes.
A continuación comparto las palabras de Elvira González Fraga:
"Ernesto sólo aparece fugazmente en este libro. En su honor escribí la frase “detener el tiempo, que este momento exista para siempre” , que él usaba. El no me alentaba a escribir. El me cuidaba. Esta novela era un sueño y luego de 20 años todo se acomodó para que la terminara."

Por último me gustaría compartir las reflexiones de Elvira González Fraga donde detalla, en pocas palabras, qué se siente contar con 71 años y empezar a escribir:
“Todos los días veo amanecer mientras tomo mate. Es apasionante ese instante, forma parte del nacimiento de la vida. Tengo gusto por la gente, he andado a caballo al lado del mar y he vivido plenamente. Soy un poco barroca y pudorosa, eso también se ve en la novela. Este tiempo de la vejez me gusta. No quiero fingir que no tengo 71 años.”
Creo que sus reflexiones nos permiten correr el ojo crítico de los escritores jóvenes y concentrarnos en escritores adultos que comienzan, no a temprana, sino a adulta edad a escribir y no sólo escribir, sino publicar sus primeras novelas. Eso me parece un movimiento único y la verdad que lo celebro. Celebro que todos los escritores sean adultos o jóvenes se inserten al universo editorial.