La pasividad en la literatura erótica

¡Hola a todos! Hoy me gustaría abrir un debate sobre la literatura erótica, sobre todo la elegía poética romana que pone en escena a un ego (un yo poético) que se distingue del hombre en sociedad para pasar a ser un amator (amante) con rasgos pasivos.
Para la sociedad romana de siglos pasados el hombre era activo, era el vir, el que debía casarse con una mujer que no goce en el acto sexual, que sea sólo depósito de procreación. Así como ustedes están leyendo, eso era el matrimonio en la roma antigua. De hecho los hombres podían acostarse con mujeres, meretrix, prostitutas, que gozaban sexualmente y hacían gozar al hombre. Razón por la cual el hombre era considerado activo y la mujer, a diferencia de las prostitutas, eran las pasivas.
Pero en la poesía erótica en poetas como Catulo se puede apreciar esa diferencia entre activo y pasivo que no funciona como los cánones lo establecían.

Por el contrario, en la poesía de Catulo hay un poema muy famoso en donde se puede apreciar que el amator, el ego, el poeta, no es considerado un vir activo sino por el contrario adopta, asume un rol y un comportamiento pasivo. Ya que Lesbia, la amada por Catulo y a quien le dedica gran parte de sus carmina, asume el rol activo ya que formula una relación, como se pueden observar en el poema 8 de Catulo, sujeta a su propia satisfacción y placer, y que cuando ella deja de sentir deseo por Catulo concluye la relación. Es decir, que Catulo se pone en un rol pasivo frente a la mujer, que vendría a ocupar un rol activo, porque es él el que se dispone a dejarse besar por la mujer, es como si Catulo no hace nada sino que es la mujer la que lo engatusa y provoca.

De esta manera Catulo, en gran parte de sus Carmina, asumiría un rol pasivo frente a una mulier, Lesbia, que asumiría el rol activo de la relación.
Catulo en sus poemas, en la mayoría de ellos, canta al amor y se siente completamente enfermo por ese amor que lo consume y lo mata, pero cuando Lesbia lo deja, termina la relación, Catulo escribe una serie de poemas completamente fuertes que la hacen quedar como una completa maldita. Cuando uno lee la poesía de Catulo le parece completamente normal y hasta contemporáneo pero cuando recordamos que es una poesía escrita en los finales del siglo I a.C se da cuenta la capacidad de corporizar y de manifestar su odio y su amor, al mismo tiempo, y hacia una persona de la cual se enamoró y que luego como amante despechado le dedico poemas sumamente fuertes. Realmente les recomiendo leer los poemas de Catulo.

A continuación comparto algunos poemas de Catulo donde se pueden observar la pasividad y actividad que hablé al comienzo del foro.

Vivamus, mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque senum severiorum
omnes unius aestimemus assis.
Soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.
Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum.
Dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus
aut ne quis malus invidere possit,
cum tantum sciat esse bassiorum.

Vivamos, mi Lesbia, y amemos,
y los rumores de los viejos más severos
todos en un as estimemos.
Los soles morir y volver pueden:
a nosotros, cuando una vez se nos muere nuestra breve luz,
noche hay perpetua, una, para dormirla.
Dame mil besos, después ciento,
después mil otros, después un segundo ciento,
después sin cesar otros mil, después ciento,
después, cuando miles muchos hiciéramos,
los conturbaremos, para que no sepamos,
o para que ningún malvado envidiarlos pueda
cuando tantos sepa que son, de besos.

¿Observaron las frases marcadas, subrayadas en negro? Esas frases en latín y en español son precisamente las frases en donde se puede observar la pasividad de Catulo y la actividad de Lesbia.
"Da mi basia mille" significa precisamente "DAME mil besos" , en ese pedido de Catulo hacia Lesbia es donde se observa ese lugar pasivo del ego poético. Pedirle a Lesbia besos lo sitúa en un lugar completamente pasivo, neutro, sin accionar.
De hecho el poner a Lesbia en el lugar activo, siendo ella una mujer ya casada, no hace más que denigrarla y hacerla quedar como una meretrix que comercia su amor por sexo y dinero. No olvidemos que estamos en el siglo I a.C donde las mujeres no eran objetos de deseo eran muy pasivas que no podían ni excitar ni moverse en el acto sexual a sus maridos. Es decir, que Lesbia encarna y representa todo aquello que no debía ser y hacer una mujer en Roma.

Veamos otro ejemplo de pasividad de Catulo en el Carmen 8.

Miserable Catulo, deja de hacer estupideces
y considera perdido lo que ves que se ha perdido.
Brillaron alguna vez para ti resplandecientes soles,
cuando ibas y venías por donde te llevaba la joven,
amada por nosotros como ninguna será amada.
Allí ocurrían muchas cosas divertidas
que tú querías y ella no rechazaba.
Brillaron verdaderamente para ti resplandecientes soles.
Ahora ya ella no quiere: tú, impotente, tampoco quieras
y no persigas a la que huye ni vivas miserable
sino que con mente obstinada resiste, no cedas.
Adiós, muchacha, ya Catulo resiste
y no te buscará ni te pedirá sin que lo quieras.
Pero te dolerá cuando no te pida nada.
¡Ay de ti, sacrílega! ¿Qué vida tendrás?,
¿Quién se te presentará ahora? ¿A quién parecerás bella?
¿A quién amarás ahora? ¿De quién dirás que eres?
¿A quién besarás? ¿A quién le morderás los labios?
Pero tú, Catulo, obstinado resiste.

Aquí, en el poema 8, se puede observar que a Catulo, Lesbia lo ha dejado, que ya no quiere más sus favores sexuales, que lo ha dejado por otro y se siente triste y solitario. Se puede observar, precisamente, que su dolor y su lugar de hombre se vio sorprendido por el de una mujer que ahora lo deja y por ello se pregunta "¿Quién se te presentará ahora? ¿A quién parecerás bella? ¿A quién amarás ahora? ¿De quién dirás que eres? ¿A quién besarás? ¿A quién le morderás los labios?
Pero tú, Catulo, obstinado resiste."
Y se dice a sí mismo que resista, que resista a esa mujer que lo dejó en la miseria del amor, que lo cambio por otro hombre y que ya no lo ama. Esa mujer que ya no formará parte de su vida tiene que estar atento para no dejarse influenciar de vuelta por ese amor ingrato que le destrozó el corazón.

A continuación algunos poemas más donde se puede comenzar a observar el odio que empieza a sentir Catulo de Lesbia, la mujer que ahora habla mal de él. Hablar mal de alguien, sacarle el cuero es una de las peores cosas que se le puede hacer a un hombre romano.

XCII
Lesbia dice pestes de mí todo el tiempo y no para.
¡Que me muera si Lesbia no me quiere! ¿Cómo lo sé? Porque me pasa lo mismo: la maldigo a todas horas, pero ¡que me muera si no la quiero LXX Mi amada asegura que con nadie quiere casarse Excepto conmigo, a no ser que el mismo Júpiter se lo pida. Eso dice, pero lo que una mujer dice a su deseoso amante
En el viento y en el agua rápida conviene escribir

LVIII
Nuestra Lesbia, Celio, aquella Lesbia, aquella Lesbia a quien Catulo amó, más que a sí mismo amó, más que a todo lo suyo amó, ahora en esquinas y en callejuelas
se las pela a los magnánimos nietos de Remo.

Por último comparto los últimos poemas de Catulo en donde se ve el rol de Lesbia.

LI
Semejante aun dios se me aparece aquel,
superior a los dioses, si es lícito,
que sentado frente a ti, sin cesar,
te observa y escucha
reír dulcemente, lo que a mí, desgraciado,
todos los sentidos me arrebata:
Lesbia, en cuanto te veo,
mi voz se apaga,
la lengua se torna torpe, y bajo mis miembros
comienza a manar una llama;
me zumban los oídos y una noche
doble cubre mis ojos.
El ocio, Catulo, te es pernicioso;
en el ocio te exaltas e impacientas.
El ocio ya perdió antes muchos reyes
y ciudades felices.

XLIII
Hola, muchacha sin nariz pequeña, Sin bello pie, ni negros ojos, Sin dedos largos, y de rostro sudoroso, Con lengua apenas elegante, Amiga del rumboso Formiano, ¿acaso se dice en provincias que eres bella? ¿contigo comparan a nuestra Lesbia?
¡Tiempo ignorante y corrompido!