Lo que define a Jesús Quinteros es como aprovecha el perfil del interrogado, como exprime al máximo sus gestos, acentos, características más relevantes y mancomuna todo lo enumerado en un arduo estudio previo del personaje, que bien se evidencia en sus entrevistas. Bukgrounds relacionados, vida privada, gustos o amistades son material primordial. Un sinfín de correspondencias, de penetraciones silenciosas en la historia de quien entrevistará. Otro ingrediente es la organización y montaje de la escena para que la entrevista genere sensaciones intensas, desconocidas y emocionantes. También, que no acribilla al entrevistado a preguntas sino que maneja los silencios y deja que el personaje se exprese sin demasiadas interrupciones.
En su encuentro con el escritor Fernando Arrabal, Quinteros aprovecha al máximo las características particulares del personaje, sus gestos elocuentes, por momentos graciosos. Un ordenamiento especial de las preguntas presume un concienzudo estudio por parte del periodista y no son casuales el humor que genera las respuestas del escritor. También, aprovecha la “olvidable” ocasión en que Arrabal se emborrachó durante una entrevista en un estudio televisivo en España.
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