Uno de los pensadores que aparecen dentro de la Iglesia durante la Edad media fue San Agustín: (354 D.C – 430 D.C). Nació en África y de chico se lo ligo a la delincuencia. Viajó a Roma y descubre al cristianismo gracias a San Ambrósio, se hace maniqueista.
Inaugura la Corriente patrística que es neo platónica, busca aplicar los conceptos de Platón en el ámbito de la iglesia. Sus estudios tienen en cuenta el mundo de las ideas (En este lugar se encuentra lo sobrenatural, lo divino y la salvación). Plantea una lucha entre el bien (Jerusalén) y el mal (Babilonia). Vivir en Jerusalén es la forma ideal de llegar al bien. Considera que todo aquel que quiera ir más allá de la vida en Jerusalén debe ser perseguido.

Otro de los filósofos fue Santo Tomás de Aquino, quien tiene una mirada más amplia y adopta los planteos aristotélicos: la felicidad es Dios y la forma de llegar hacia él es a través de la fe.