El contexto es fundamental al momento de pensar una obra. Pensemos por ejemplo en la literatura Argentina, en una obra como “El Matadero” de Esteban Echeverría, una obra que no fue publicada hasta mucho tiempo después del fallecimiento del autor, pero que contiene entre sus páginas toda la sangre que existía en la Argentina en los momentos en que Rosas gobernaba.
El Matadero era el lugar al cual llevaban a los animales para luego alimentar el pueblo, pero era también el lugar invadido de federales y cuidados por el Restaurador de las Leyes Juan Manuel de Rosas. Lo que quiero decir es que allí no sólo se preparaban animales para luego ser comidos sino que todo el matadero en sí era una gran espectacularización que mostraba lo más sangriento y representaba por ello a la sociedad federal de Buenos Aires.
Así, Echeverría, exiliado en Montevideo, crea una obra en la que logra retratar a la perfección a los federales porteños en los momentos más tensos entre unitarios y federales.
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