Literatura, violencia y sociedad

El arte es importante y digna de aplicar en cualquier momento y circunstancia de la vida. Es por ello que creo que es un disparador importante que puede trabajar como canalizador de conflictos. Para comenzar a desarrollar la importancia del arte en cualquiera de sus formas sobre la conducta y las reacciones humanas, habré de referirme, en primer lugar y muy especialmente, a la literatura de autoayuda y sus efectos masivos; de ahí que en las últimas décadas, han sido las narrativas elegidas por el mayor porcentaje de lectores sobre las novelas, cuentos y ensayos.

El filósofo Tomas Abraham, dice con respecto a la literatura de autoayuda: "El lector necesita leer palabras que lo ayuden a enfocar una nueva perspectiva para una futura modalidad a implementar para solucionar conflictos y sus consecuencias futuras”. De ahí mi intento de plantear a las palabras como una fuerte herramienta que logre descomprimir angustias en situaciones de dolor.

En el artículo realizado por el crítico Emilio Ruchansky titulado "La vieja tendencia novelesca vs. Los libros de autoayuda" sostiene que estos últimos, son novelas con aires de parábola, donde se intenta convencer al lector que una vida mejor es posible; que cumplir los propios sueños es una decisión que depende de cada uno.

Adrentándome en el tema principal, ambas citas de sendos autores, me llevan a formular la necesidad de la práctica de la lectura y la escritura en situaciones complejas y límites, cuando las circunstancias de cada persona en particular, requieren de un disparador emocional, íntimo e individual, como es el caso de una mujer que padece maltrato. Estas mujeres, sometidas bajo severas presiones difíciles de resolver, se hallan en un marco escaso de mecanismos de defensa, recursos terapéuticos e incluso de disponibilidad de relaciones interpersonales fuera del ámbito conyugal, a causa del sometimiento, cuyo único fin por parte del victimario es coartar la comunicación de la mujer con cualquier persona que pueda ayudarla a resolver sus conflictos.

El duro proceso por el cual debe travesar una mujer maltratada para concientizarse del conflicto y poder aceptarlo y nombrarlo tal cual es, en un alto porcentaje debe hacerlo completamente SOLA y desprotegida, dada las pautas que impone el marco conceptual de la VIOLENCIA FAMILIAR.

De ahí considerar la lectura y las creaciones literarias individuales en momentos de crisis, fundamentales en el proceso e canalización del conflicto y su dolor consecuente. La creación de canales propios que ayuden a resolver en el futuro dichos conflictos, a largo, mediano e inclusive a un plazo inmediato.

Retomando las palabras del crítico Emilio Ruchansky, éste afirma que en los libros de autoayuda se utilizan símbolos que remiten a una mejor calidad de vida espiritual, donde el autor transmite sus experiencias personales y a través de esos signos y esa experiencia, muchas veces propone una vía para llegar a la felicidad.

Los libros de autoayuda y su aplicación concreta en la vida es sobre lo que estoy trabajando y por ello quiero compartirlo con ustedes, para que me den su opinión al respecto. Tomas Abrahan, la define como una "literatura de consejos", como un fenómeno presente en nuestra sociedad, el cual no va a extinguirse ya que es un modo a los que la gente acude cuando no sabe como resolver sus incertidumbres.

Intentando avalar el sentido de mi planteo, refiero ahora las palabras de Martín Descalzo (sacerdote, historiador y teólogo español con una vasta producción literaria que reafirma la fe en la vida) cuando habla sobre el mecanismo de escribir de cierto tipo de autores que manejan el riego que el arte literario impone, ya que a su criterio, no existe una verdad "cómoda" de decir puesto que todas las verdades contienen una parte de acusación con respecto a nuestra vida y tienden a perturbar el equilibrio de piadosas mentiras tácitamente admitidas.

Ahora es cuando nos vamos acercando al punto donde intento llegar, exponiendo este modesto pero profundo proyecto, cuya única intención es reunir en grupos de talleres literarios o de expresión en general, a mujeres que se encuentren o hayan sido afectadas por el conflicto de violencia familiar y que éstas puedan utilizar la construcción de escritos sobre experiencias vividas. Puede ser éste un excelente mecanismo para minimizar el dolor, canalizarlo, coincidir e incluso buscar posibles soluciones a los conflictos en situaciones futuras compartiendo experiencias, argumentos y redacciones.

Si bien la gente en su mayoría, prefiere tratamientos individuales, el trabajo en grupo se ha ido planteando a consecuencia del flujo cada vez mayor de personas necesitadas de ayuda "externa". En muchas instituciones públicas y privadas abocadas a la problemática en cuestión, incluyendo hospitales, áreas dirigidas da la mujer, entre otras, la lista de espera de gente para realizar distintos tipos de tratamientos, terapias y actividades individuales en general, ha sido motivo más que suficiente para la compaginación de grupos terapéuticos.

Es realmente muy pero muy interesante lo que propones Romeo. Creo que En grupos donde se desarrollan actividades sobre un tema doloroso en común se genera un circuito de complemento donde cada integrante se enfrenta a una realidad similar, aunque expuesta de diferentes maneras, lo que, positivamente, puede originar seguridad y confianza.

Resumiendo, la exposición de cada uno de los integrantes de talleres coordinados, cada cual bajo una particular y diferente perspectiva del conflicto, implica un desencadenamiento de los hechos y sentimientos de la conflictiva, donde si bien no se espera un desenlace determinado sí se puede intentar posibles soluciones a las situaciones expuestas. Mediante el arte elegido (letras, música, teatro, plástica, etc) se logra describir dichas vivencias las cuales, una vez expuestas, ya no pueden sostenerse o verse tal cual eran. Mecanismo que genera un amplio espectro de opciones para resolver conflictos pasados, presentes y futuros.

Es indiscutible lo que se planeta aquí, ya que el arte, la religión, el periodismo y todo tipo de creación individual, contiene una profunda dosis de compromiso y de verdad. El compromiso detenta coraje para exponer el dolor y los hechos conflictivos. La verdad, un proceso de haberes vividos que generalmente, una vez expuestos genera un vacío y obliga a producir nuevas modalidades para enfrentar los acontecimientos.

Ante el desconsuelo, producto de una "verdad cruel", sobreviene el miedo y una consecuente reelaboración de la actitud frente al conflicto, directamente abordada desde el "coraje". En síntesis, me encuentro en condiciones de afirmar que el arte contiene, en cualquiera de sus formas de expresión, aportes valiosos en la construcción o reconstrucción de la autoestima de quien la elabora. Reitero la importancia del arte como mecanismo terapéutico. Como forma de canalizar conflictos y de esta forma generar posibles soluciones en forma conjunta.

Cualquier poeta, narrador o artista en general que se jacte de tal debe tener la sensibilidad de solidarizarse con su entono y saber ver los conflictos sociales y ayudar con su arte. Creo, justamente, que los poetas o escritores tienen una visión más que comprometida al momento de referirse a la importancia de la escritura y la lectura en la vida de las personas y tratar de ayudarlas con ella. Culmino esta exposición con un texto de Alejandra Pizarnik que procede, a mi íntimo parecer, como un disparador de mi concepción sobre la creación literaria y su efecto sanador en el alma de las personas:

La palabra que sana
"Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje
Alguien canta el lugar donde se forma el silencio.
Luego comprobará que no porque se muestre furioso
Existe el mar, ni tampoco el mundo.
Por eso cada palabra dice lo que dice,
Y además más, y otra cosa". (AP)

El tema de la violencia de género es realmente muy interesante y digno de abordaje intensivo. Los cambios y progresos fueron mucho con el paso de los años, y mucho ha influido en ello el papel trascendental que han tomado las mujeres en la historia.

En 1994 la Organización de los Estados Americanos firmó un tratado internacional sobre violencia contra las mujeres, donde asentó que se entiende por violencia contra la mujer a:

“Cualquier acción o conducta, basada en el género, que cause muerte, daño o sufrimiento sexual o psiciológico, tanto n el ámbito público como privado”.

En países como Argentina la ley protege a las mujeres de distintos tipo de violencia

1. Física
2. Psicológica
3. Sexual
4. Económica y patrimonial
5. Simbólica

Estas intervenciones legales son de gran importancia para proteger a la mujer de las agresiones por las que puede atravesar por parte de los hombres. Me gustaría compartir con ustedes algunos contenidos de las leyes de ese país sobre el maltrato en sus diferentes formas.

Se entiende como violencia física a los golpes o cualquier otra acción que atente contra la integridad física de una mujer.

La violencia psicológica es aquella que causa daño emocional, produciendo una baja en la autoestima con el único fin de degradar y controlar las emociones. Muchas de estas formas de violencia están naturalizadas de tal forma en la sociedad, que muchas veces somos espectadores de estas situaciones en bares o en lugares públicos y llegamos a ser indiferentes o a no verlas como una verdadera agresión. Muchas veces también ocurren en presencia de los hijos, con el agravante de que se vuelven propensos a repetir los patrones en la adultez, generando otro nuevo circuito de violencia cuando constituyan su propia familia.

La violencia sexual es toda acción que implique una vulneración en cualquiera de sus formas, con o sin acceso carnal, a través de la fuerza, las amenazas o la intimidación.

En la violencia sexual se diferencias dos tipos de violaciones y estas son las que suceden dentro del matrimonio y aquellas que ocurren dentro de la familia, las relaciones laborales y los conflictos armados. Algunos de estos graves casos son:

Dentro del matrimonio: cuando se produce esto en el matrimonio, implica un menosprecio contra la mujer y la convicción de que es un simple objeto de propiedad para satisfacer las necesidades del marido. Hasta hace algunos años, y esto suena aberrante pero era así, existía dentro de la ley una figura llamada “débito conyugal” que obligaba a las esposas a tener relaciones con su marido. Felizmente la nueva ley considera que todo sexo forzado constituye violencia contra la mujer.

Entre otras relaciones de parentesco: acá entra el abuso sexual incestuoso donde se produce entre una diferencia de poder, generalmente entre un adulto y un niño. Acá hay una cifra que es alarmante y es que el 80 % de estos abusos son perpetrados por miembros de la familia como padrastros, tío, abuelos o amigos cercanos.

Acoso sexual en el empleo

Abuso sexual durante los conflictos armados

Me parece realmente muy positivo que hayas planteado estas problemáticas que nos involucra a todos como sociedad, 2013! Gracias.

Otro tipo de violencia contra la mujer es la Violencia económica o patrimonial: para quienes hemos estado casadas y felizmente divorciadas, leyendo esto cuesta un poco discernir los límites, porque realmente las líneas de este tipo de violencia económica o patrimonial son bastantes difusas.

Este tipo de violencia consiste en ocasionar perjuicio en los ingresos o coartar los progresos económicos de la mujer. Te doy como ejemplo, cuando el hombre insta a las mujeres a dejar de trabajar para que pasen más tiempo con los chicos. Una vez que esto ocurre, se encuentran con que dependen única y exclusivamente de la plata que el marido les dé y es ahí cuando el marido comienza a dejar cada vez menos plata en la casa y a controlar los gastos. Y lo que a primera vista parecía un acto de generosidad, termina siendo un mecanismo de control.

LA violencia simbólica, la cual también es conocida como violencia invisible, es la que a través de mensajes, formación de estereotipos o juicios de valores, transmiten dominación, desigualdad o dominación. Generalmente se producen a través de los medios de comunicación. No se usa la fuerza pero se instala un discurso.

Deja para la reflexión, el hecho de cuánto tiene que ver la reproducción cultural en la naturalización de determinados valores y como reproducción cultural me refiero en especial a los medios de comunicación, en la manera en que se dirigen a la mujer y en cómo hablan de ella. También a los afiches de publicidad de ropa, muchos de los cuales parecen colocar a la figura de la mujer como un objeto, obligándola así a tener que parecerse a los modelos que se promocionan. Es todo un tema instalado en la sociedad que hay que analizar con detenimiento y seriedad.