La literatura brasileña

La literatura brasileña se conoce como tal, a partir del siglo XVI, que es cuando los españoles y portugueses descubren el continente americano y, por ende, Brasil. Allí se comienza a descubrir y cultivar las letras, la cual en sus inicios tuvo una fuerte impronta cosmopolita, es decir, se desarrollaba en las ciudades. Recién a partir del siglo XIX comenzó a replegarse por el interior del país, impulsada, sobre todo, por el romanticismo y el realismo propios de esa época.

Hay algunos críticos que aseguran que la literatura brasileña tuvo un quiebre, pero de manera positiva, en la primera década del siglo XX cuando se hizo la Semana de Arte Moderno. Alí es que aparecieron los escritores que luego se consolidarían como los más destacados de ese país como fueron Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, João Guimarães Rosa o Clarice Lispector. A partir de allí la literatura autóctona también tendría un papel relevante en la educación, ya que pasó a ser material de estudio obligatorio en escuelas primarias y secundarias.

El primer período de la literatura brasileña fue en la época colonial. Según los historiadores, de allí se conoce el primer documento escrito cuyo título, traducido al español es Carta de Pero Vaz de Caminha, escrita por elmismo Pero Vaz de Caminha al rey e Portugal. En esta misiva el autor describe cómo era la vida en Brasil.

Otros autores de esta época fueron José Basilio da Gama, quien realizó una epopeya en versos sobre las intervenciones de Portugal en la zona de los indios guaraníes, o también el caso de Gregório de Matos Guerra, quien era un hombre de leyes que escribió, en el siglo XVII, sátiras y poemas sobre religión y fe. De más está mencionar que este autor estuvo influenciado por los poetas españoles como Quevedo o Góngora. De todos modos, pese a la historia y a la investigación para buscar escritos de esta época, las producciones literarias no fueron muchas, seguramente porque no todos los habitantes de Brasil sabían leer y escribir.

Pero el fuerte de la literatura brasileña comienza en el año 1822, momento en el país alcanzaba su independencia con Europa, lo que generó una movida social y cultural de marcada importancia, lo que a su vez repercutió notablemente en las producciones literarias. La búsqueda de las raíces fue lo primero que se buscó, ya que el objetivo era formar su propia identidad y debían ser quitados del mapa, por así decirlo, todos los vestigios de los conquistadores portugueses.

Las primeras expresiones de literatura romántica fueron en versos, con poemas que contaban los momentos políticos e intentaban dejar cuenta de lo que estaba sucediendo a nivel histórico. El patriotismo y el sentimiento de nueva nación sin los temas recurrentes de las poesías. En cuanto al discurso, los poetas fueron buscando sencillez en los versos, tratando de contar lo cotidiano. Pero a medida que pasaba el tiempo, la poesía fue modificando sus formas y adquiriendo rasgos europeos.

La época del romanticismo de Brasil fue muy extensa y para su estudio, algunos autores sostienen que hay que dividirla en tres partes:
• Primera generación
• Segunda generación
• Tercera generación

La primera generación es aquella sobre la que hablaba antes, la que surge en plena independencia y encuentra a los escritores e intelectuales preocupados por buscar y forjar la identidad brasileña. Uno de los referentes de esta primera época fue Jose de Alencar, quien es, actualmente, el padre de la literatura brasileña. Fue poeta y narrador y se dedicó a retratar los paisajes y el contexto social, y sería así un pie fundamental para el realismo que surge luego.

La segunda generación está representada por la poesía con un dejo de pesimismo y desilusión. Uno de los referentes fue Fagundes Varela.

La tercera generación ya introduce el factor social en la lírica. Víctor Hugo fue uno de los poetas europeos que más influenció a los autores de esta etapa. Sus referentes fueron Castro Alves y Tobias Barreto, entre otros.

Una vez que finalizó la etapa de la tercera generación del romanticismo brasileño, comenzó el realismo. De manera oficial, se dice que comenzó en el año 1881, y no como una fecha azarosa sino porque se publicaron las memorias póstumas del escritor Brás Cubas. Igual que ocurrió en Europa, el realismo agudizó el sentido de observación de la realidad y de las actitudes humanas.

Otro de los escritores representativos del realismo brasileño fue José Maria Machado Machado de Assis que realizó un trabajo literario que fue decisivo en las letras de Brasil. De hecho, en la actualidad es considerado referencial ye s estudiado en la universidades y escuelas.

Euclides da Cunha Rodrigues también es otro de los autores relevantes de la literatura fundacional brasileña. Además de escritor fue periodista, sociólogo e ingeniero. Realizó arduos trabajos de investigación y análisis, como también publicó numerosas e importantes obras literarias.

El siglo XIX también trajo nuevas problemáticas sociales que tuvieron diferentes repercusiones como un cuestionamiento de la fe religiosa y de los valores morales, revueltas de rebeldes que no se adaptaban a las nuevas modalidades de vida y enfrentamientos entre los sectores populares y la oligarquía. Con esto, aparece el proletariado y hay granes masas de brasileños que emigran a Europa en busca de nuevos horizontes. En este contexto surge un moviiento que, si bien no estadle todo definido, se conoce como Pre modernismo.

El prestigioso y brillante escritor de cuentos infantiles, Monteriro Lobato, dijo acerca de este periodo: "Hay dos tipos de artistas. A se compone de aquellos que ven las cosas con normalidad y en consecuencia, son puro arte. El otro tipo consiste en aquellos que ver e interpretar la naturaleza de forma anormal la luz de teorías efímeras, bajo la sugerencia de estrábica rebeldes de la escuela, planteó aquí y allá, como forúnculos sobre la cultura. Se trata de productos de la fatiga y el sadismo de todos los períodos de decadencia”.

Y ya te vas acercando, Romeo, a la etapa en que Brasil brilló en todas las artes, desde la música, la pintura y las letras. Este fenómeno al que me refiero fue el que vio surgir a hombres de la talla de Vinicius de Moraes, Drumnond de Andrade o Jorge de Lima. Fue un movimiento que, en general, se despegó ampliamente del pesimismo del anterior y su principal particularidad fue la alegría, el entusiasmo y el amor, además de que estas personalidades no quedaron enfrascadas en Brasil sino que su arte recorrió el mundo entero.

La narrativa de esta época cuenta sobre la política, el ánimo del espíritu o la fe. Se centra en el regionalismo para contextualizar las historias pero no por ello dejan de tener un trasfondo profundo y real. Jorge Amado, Rachel de Queiroz, José Lins do Rego y, Graciliano Ramos, entre otros escritores, fueron los más representativos de la novela de Brasil entre los años 1930 y 1945).

A partir del año 1945 la literatura brasileña adquiere otra perspectiva. Mantiene su despliegue hacia el exterior por la calidad de sus obras, pero en el plano interno se ve modificada por una serie de situaciones sociales y políticas por las que atravesará. Cede el populismo y aparecen los militares en la escena de gobierno.

La novela también sufre transformaciones importantes, ya que se vuelve más introspectiva, con una mirada interior y tratando de sacar a la luz los perfiles psicológicos de sus protagonistas y la famosa escritora Clarice Linspector surgirá con más fuerza en este contexto, si bien ya había hecho algunas publicaciones en la etapa anterior.

Aquí es que aparece el fenómeno conocido como la bosa nova, un estilo musical que mezclaba jazz con ritmos de samba y que musicalizaba poemas realmente bellos. Los principales referentes de este movimiento fueron Vinicius de Moraes o Joao Gilberto, entre otros.