Posmodernismo y pormodernidad

La posmodernidad es una denominación para todas aquellas expresiones encuadradas dentro de las ciencias filosóficas, humanísticas, como también al arte y la cultura que se desarrollaron a lo largo del siglo XX, pero lleva ese nombre porque se piensa que lograron superar lo que se conoció como el modernismo. Estas corrientes surgieron, en especial, a fines de la década del 60 y comienzos del 70.

Aunque es bastante complejo definir o encuadrar a la posmodernidad, ya que abarca un amplio espectro de temas y disciplinas, algunos estudios indican que este movimiento se puede dividir en tres etapas, según de dónde provengan las expresiones correspondientes. Por ello algunos definen a estos sectores como lo histórico, lo cultural y lo concerniente a los aspectos innovadores.

Muchos artistas se han resistido a adaptarse a la posmodernidad, adhiriéndose a lo moderno y quedándose estancados en las consignas de períodos anteriores. Este fenómeno se ve con más claridad en las artes plásticas.

Hay diferentes posturas del pensamiento posmoderno y estas son:

• Antidualista: en esta rama, los pensadores o artistas sostienen que la dualidad es producto de la filosofía occidental y que ésta dejo afuera de la síntesis o el análisis algunas visiones desde donde abordar las diferentes áreas y expresiones. Ello corrobora el pensamiento posmoderno de incluir a todo aquello que la filosofía occidental excluyó.

• Cuestiona los textos: el posmodernismo dice que los ensayos históricos o cualquier otro tipo de relato que intente describir un hecho del pasado no son confiables no creíbles y que no dicen la realidad de lo que sucedió, sino que están teñidos de la subjetividad o las intenciones de quien los escribió.

• Giro lingüístico: hay una vuelta de tuerca o un cambio importante en el discurso en el posmodernismo, porque los pensadores sostienen que es el lenguaje el que hace al pensamiento y no al revés.

• La verdad como perspectiva: lo que vemos es lo que creemos que es la realidad, aunque ésta es sólo una apreciación personal de la misma.

Hay que tener en claro que el posmodernismo es una corriente estética, especialmente identificada con las artes plásticas y también con lo literario. Su surgimiento hizo eclosión en la década del 70, en el siglo XX, pero fue muchos años antes, en 1934, en que un avezado crítico utilizó el término por primera vez. Este pensador fue Federico de Onís, que lo usó para llamar a una expresión que le provocaba la poesía de vanguardia.

Más tarde, en 1945, fue Bernard Smith quien lo volvería a utilizar para analizar la poesía de Ezra Pound. Luego volvería a usarse para describir a las expresiones durgidas luego de la segunda guerra mundial pero finalmente se instaló como una corriente propia de la década del 70.

Quienes no compartieron el pensamiento posmodernista fueron los marxistas. En la actualidad, y luego de los atentados a las Torres Gemelas en el 2001, la corriente posmodernista perdió su fuerza debido a los cambios políticos e históricos.

Si bien, como dije antes, las características del posmodernismo son muy amplias y abarcan diferentes temas, hay algunas puntuales que creo pertinente destacar y son:

• El desencanto a los vestigios de la modernidad.
• Reconocen los cambios que provoca el capitalismo, tan resistido por los modernistas.
• Defensa del medio ambiente y aparecen las organizaciones ecologistas.
• Los medios de comunicación parecen controlarlo todo.
• Mensajes compulsivos o información enviada con exceso.
• Debido a la televisión, la intimidad se va perdiendo un poco y todo se visualiza más.
• Descreimiento de la fe y replanteos paradigmáticos de las religiones.

En cuanto a los aspectos psicológicos del individuo también hay cambios particulares que se identifican con el posmodernismo:

• Se pierde la importancia en el asado y en lo histórico, hay afán de disfrutar el hot sin pensar en el ayer o en el mañana.
• Hay libertad sexual y se interesa por la imagen y la apariencia del cuerpo.
• Hay preocupaciones por las catástrofes mundiales.
• La tecnología comienza a ser el centro de la vida de los individuos.

Uno de los máximos representantes de esta corriente tan controvertida fue el mismo Friedrich Nietzsche. De hecho, muchos lo llaman “el primer posmoderno”. Otro de los analistas de este modelo fue el pensador italiano Gianni Vattimo, quien sostuvo en diversos trabajos de ensayos:

“En él lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones. Así como el tiempo depende de la posición relativa del observador, la certeza de un hecho no es más que eso, una verdad relativamente interpretada y por lo mismo, incierta. El modelo determinista de la causalidad, de la verdad de un sujeto fuerte al estilo de Hegel, Kant e incluso Marx y el planteamiento del tiempo lineal como el de Leibniz son puestos en tela de juicio”.

En la literatura el posmodernismo también fue muy influyente, ya que provocó una ruptura, sobre todo en lo sincrónico de la narración. Los diferentes puntos de vista de los narradores dentro de un mismo discurso fuer uno de los puntos más distintivos de la posmodernidad en cuanto a la construcción del relato.

Otra de las ramas que recibió gran influencia del posmodernismo fue la crítica, tanto la literaria como la de las artes plásticas. Esta claro que esta área estaba directamente relacionada con los planteos de los posestructuralistas (fenómeno emparentado con el estructuralismo, pero con algunos cambios, que surgió en Francia de la mano de Derrida o Foulcault).
Estos pensadores franceses, representativos de la filosofía y psicología del siglo XX, postularon cuatro enunciados ara la crítica posmoderna, éstos son:
• El método genealógico creado por Nietzsche.
• La concentración en las operaciones metafóricas del lenguaje.
• La perspectiva antipositivista.
• El particularismo antitotalizador.
A partir de allí, son cuatro formas desde que puede abordarse la crítica:
En lo que respecta a las premisas definitorias, esta crítica puede resumirse en cuatro puntos fundamentales:
• Textualismo.
• Constructivismo.
• Poder/conocimiento
• Particularismo.
Estas son algunas de las pautas que establecieron los cuatro pensadores franceses respecto al análisis del discurso, las cuales tuvieron gran desarrollo durante las décadas del 70 y 80, en el siglo XX.

Otra de las ramas que se vio notablemente afectada por el psmodernismo fue la historia, o mejor dicho, la apreciación de la narrativa histórica como documental o fidedigna. A tanto llego esta controversia y replanteo, que los mismo historiadores tuvieron una crisis de existencialismo en cuanto a su trabajo, ya que el posmdoernismo consideraba que los relatos históricos tenían mucho más de la subjetividad del autor que bases para constituirse en documentos históricos.

Algunos de los puntos de negación respecto a los historiadores, según consta en algunos sitios de Internet, fueron:
• Niega la posibilidad de construir grandes relatos, es decir, niega el empirismo histórico como base de sus paradigmas.
• Niega la posibilidad de reconstruir el pasado ya que los documentos no son pruebas reales de lo sucedido sino discurso y representaciones.

Por ende, estas teorías provocaron otros cambios como el desinterés por la historia del pasado según la describían los libros y un mayor interés por el presente relacionado con las minorías y la diversidad cultural.

El posmodernismo generó un extenso y arduo debate en torno a la historiografía. El nuevo rumbo que tomaron las ciencias sociales en la década del 70, sumando a algunos aspectos relacionados con el lenguaje social, hicieron que esta rama del estudio de la historia se viera afectada.

Las consecuencias fueron muy importantes, incluso, hubo algunos estudiosos que hasta se opusieron a los trabajos relacionados con la historia, en casos extremos. También, hubo otras reacciones que se basaron en el estudio de la historia y de las culturas mediante lo símbolos y no por los textos.

En cuanto al arte, el posmodernismo también fue de gran influencia, tanto para la literatura como para las artes plásticas, y luego afectaría, y de manera muy notoria, a la arquitectura. También afectó al cine y a la televisión, siendo estas ramas del arte visual una de las que hasta la actualidad siguen enunciando o mostrando las carácter´siticas del posmodernismo.

La arquitectura posmoderna fue paradigmática en la segunda mitad del siglo XX. Hay quienes aseguran que fue el área que más identificó a este movimiento. Se alejó del modernismo y adoptó características particulares que la identificaban dentro del posmodernismo y se caracterizaba por la transformación arbitraria de los óedenes arquitectónicos clásicos.

En cuanto a las artes plásticas, la transvanguardia fue uno de los movimientos que se identificaban con el posmodernismo, y surgió, principalmente, en España a finales de la década 70.

En cuanto al cine, también fue una de las ramas del arte más afectadas por el posmodernismo y también a través del cual se mostraban las expresiones sociales y los cambios producidos en esta etapa. Ay quienes dicen que la afamada y exitosa saga Matrix ha sido todo un emblema y producto de la posmodernidad.

En cuanto a la literatura, algunos escritores que podrían encuadrase dentro del posmodernismo son Paul Auster, Don De Lillo, Ítalo Calvino, Juan Mnauel Tucky, y Unberto Eco.

El pensador y analista Alberto Fuguet realizó un estudio en el que planteó algunas características que identificaron al posmodernismo. Algunas de ellas, según Alberto Fuguet, son:

• Desarrollo de una nueva mímesis realista, producto de la consideración de el mundo como problema ontológico (y no solamente epistemológico)
• Reconfiguración y nuevo tratamiento del autor, el narrador, los personajes y el lector, como consecuencia de la consolidación del sujeto débil de la representación
• Preferencia por espacios heterotópicos y confusión temporal
• Recurso, a nivel macroestructural, de la metaficción, la recursividad, el pastiche, la parodia y la apropiación
• A nivel microestructural, puesta en escena de un antidicurso posmodernos: recurso a la metáfora literal, la alegoría, la polifonía y la espacialización
• Hedonismo y fin de la utopía como mapa temático
• Atención a la cultura de masas y a la democratización estética como resultado de su propósito de unir la novela con la vida.

La crítica al posmodernismo y la posmodernidad, por quienes estaban en contra de sus bases y expresiones, nos e hizo esperar. Así fue que diversos autores plantearon bases en cuanto a las carencias y desviaciones del posmodernismo. Tal es el caso de Jürgen Habermas, quien dijo que “Los posmodernistas son jóvenes conservadores que recuperan la experiencia básica de la modernidad estética; reclaman como suyas las confesiones de algo que es subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan un paso fuera del mundo moderno”.


Algo similar planteó Jean-Francis Lyotard, quien hizo una aguda crítica a ñps metarrelatos, catalogándolos de “idealistas, iluministas, el cristiano, el marxista y el liberal, incapaces de conducir a la liberación”.
Andrea Huyssen sostiene: “La cultura posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y perversiones e intenta defender con sus obras (Dialecta Escondida, Guía de la Posmodernidad...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la tecnología, la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura de la imagen”.

La crítica al posmodernismo y la posmodernidad, por quienes estaban en contra de sus bases y expresiones, nos e hizo esperar. Así fue que diversos autores plantearon bases en cuanto a las carencias y desviaciones del posmodernismo. Tal es el caso de Jürgen Habermas, quien dijo que “Los posmodernistas son jóvenes conservadores que recuperan la experiencia básica de la modernidad estética; reclaman como suyas las confesiones de algo que es subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan un paso fuera del mundo moderno”.

Algo similar planteó Jean-Francis Lyotard, quien hizo una aguda crítica a los metarrelatos, catalogándolos de “idealistas, iluministas, el cristiano, el marxista y el liberal, incapaces de conducir a la liberación”.

Andrea Huyssen sostiene: “La cultura posmoderna debería ser captada en sus logros y sus pérdidas, en sus promesas y perversiones e intenta defender con sus obras (Dialecta Escondida, Guía de la Posmodernidad...) que si las vanguardias intentaron cambiar el mundo, más lo hizo la tecnología, la industria cultural. El surgimiento de la cultura posmoderna se debió a las nuevas tecnologías que se apoyan en el lenguaje: los medios de comunicación y la cultura de la imagen”.

El modernismo y el posmodernismo se plasmaron en todos los órdenes de la vida y en todas las expresiones sociales: desde las artes hasta la comunicación. Justamente sobre los modelos de comunicación quisiera hablarles hoy: El modelo de la recepción se diferencia y se distancia del modelo de la transmisión. Este tiene basamento en la teoría del "paradigma crítico", es decir, en el estudio de los mensajes que se transmiten en función de la gran "audiencia" o receptores que los reciben. Si nos situamos en hemisferios opuestos, países distintos o inclusive (en ciertos casos) en distintas ciudades de una misma nación, veremos que el conglomerado de gente en cada uno de ellos posee una línea folklórica común y diferente a las demás, lo que podríamos denominar "culturas diversas" pertenecientes a distintos lugares. En esos casos puede suceder que un mismo mensaje con un discurso en particular puede ser recepcionado e interpretado de diferentes maneras según los rasgos "culturales" de cada "masa de audiencia" en particular.

Por ello los efectores del mensaje o "comunicadores" optan "codificar" o elaborar los mensajes teniendo en cuenta la cultura y rasgos característicos de cada masa de audiencia para efectivizar de ese modo la mejor interpretación de los contenidos, sea con fines publicitarios, políticos, religiosos, etc. Pero los receptores o "decodificadores" pueden o no o "aceptar" esos mensajes, oponiéndose a "las influencias" de criterio que intentaron establecer los "codificadores" o comunicadores al confeccionar el mensaje.

La base y orientación de este tipo de modelo de transmisión es elaborada en los medios cuyos cimientos están supeditados a las premisas de sus demandantes: fundaciones, partidos políticos, fábricas, empresas e incluso el mismo Estado orientados todos éstos a canalizar y llegar a las "audiencias" con un propósito determinado. Los medios pueden elaborar y transmitir sus conceptos de diversas formas y géneros: televisión, radio y literatura y a su vez las "audiencias" pueden recibir e interpretar el mensaje señalado en el contexto y bajo los cánones estipulados en cada sociedad.

No siempre los efectos pueden ser los deseados por el transmisor dado que el receptor puede desvirtuar o tergiversar el contenido del mensaje en su interpretación.

Por ejemplo, hay varios tipos de mensaje y estos pueden ser de transmisión, ritual, publicitario y de recepción. El de transmisión resulta el más adecuado en las "instituciones", por ejemplo: reparticiones del Gobierno, escuelas o fundaciones y se utiliza como medio publicitario formativo y educacional.

El ritual se adecua positivamente a lo regido por el arte, las expresiones culturales en general, los juegos, pasatiempos, etc. El publicitario se centra en los fines de los comunicadores para centrar la atención del público con fines económicos o de status y por último, el de recepción refleja que los fines aparentes de captar e intervenir en la interpretación de los mensajes con los efectos deseados al elaborarse, resulta una utopía. Cada uno tiene una aplicación especial y es pensado para un determinado público.

La primera tendencia a fortalecer la "comunicación de masas" ha ido mermando con la aparición de nuevas formas de comunicación más modernas como el uso de Internet (por ejemplo) y ha ido cediendo el "control" o el poder a los receptores.

Bordewijk y Van Kaam, dos expertos en telecomunicaciones de Holanda, citan cuatro puntos fundamentales de comunicación y sus relaciones mutuas": la alocución, la conversación, la consulta y el registro.

La alocución es la forma en que muchos receptores captan una misma señal generada en un solo lugar a la misma vez. Es una comunicación lineal donde resulta difícil que pueda existir una respuesta o "retroalimentación" del mensaje por parte del receptor. Algunos ejemplos claros de lo que he mencionado son las celebraciones pastorales o la misas cristianas, los recitales de música o algunos programas que se transmiten por la televisión o la radio.

La situación, espacio y hora de la comunicación es pautada por el emisor. La conversación es la forma en que los seres humanos se relacionan y comunican entre sí y escogen por ende, el momento de hacerlo, con quién efectuarlo y de qué hablar. No existe un intermediario como efector de los mensajes exceptuando el Chat (en Internet) en que si bien resulta una conversación donde el individuo también elige el momento, el tema y la persona, existe un "centro" o "intermediario" que es el "servidor". Eso es bastante claro.

La consulta se define cuando una persona busca datos específicos de una central, por ejemplo, resultados de encuestas, guías, ordenadores, periódicos, etc. El registro es lo opuesto a la consulta, es decir, un centro operativo recava información de un grupo elegido en los que, muchas veces, éstos no perciben que están siendo evaluados o contabilizados.

Los procesos de comunicación han ido cambiando a lo largo del tiempo y en la actualidad se contemplan bajo normas muy diferentes que en los comienzos de la comunicación de masas casi un siglo antes, considerando relevante el contexto y los cambios sociales que van sucediendo.

El "modernismo" es un término que surge como bien suena de la edad moderna y de sus avances revolucionarios en la industria y el comercio principalmente, que generaron un cambio estructural en materia social. Los sociólogos han aplicado este término desde mediados del siglo pasado para caracterizar a una sociedad "urbanizada", industrial y básicamente conceptuada en un circuito en torno al capital con sus correspondientes consecuencias en la sociedad, la economía y la política, en una constante búsqueda de mejoras productivas y satisfacción en general. Después del modernismo vendrían otros cambios estructurales que afectaron la comunicación de manera muy marcada y se los contaré más adelante…

El cambio del modernismo al posmodernismo tiene un estadio intermedio, que se da en un contexto especial en cuanto a las formas de industrialización. Es así que el paso del "modernismo" a la era "post industrial" toma énfasis cuando la "labor de información" o la aparición de maneras masivas de comunicación se sitúa en un plano más preponderante sobre la industrialización como base de las economías y los capitales. La "información " se constituye entonces como la forma más valiosa en materia económica de este proceso. Podríamos decir que los logros de la industrialización de nuevos y novedosos productos del modernismo sin la función de los medios de comunicación (como propagandas publicitarias o campañas dirigidas) son el nuevo sostén de una nueva visión económica.

El "post modernismo" resulta el término más adecuado para definir estos nuevos procesos que se irán dando con el correr de los años y se harán más marcados cuando aparezcan la televisión y las expresiones audiovisuales en general.

El "postmodernismo" detalla el "ethos" o "espíritu" dominante de la actualidad, ciertas cargas folklóricas y artísticas y un racimo de pautas socio políticas que actúa como soporte. El postmodernismo aveza un detrimento del los conceptos "ideológicos" en general de la era anterior (política, religión (entre otros) y configura el nuevo concepto de ideas que algunos autores denominan "zeitgeist" o "espíritu de la época" donde se acrecienta el descreimiento y los rótulos sociales estáticos pero a su vez se formalizan otros aspectos como la valorización e interés por la imagen física: "hedonismo", el "individualismo" y una concepción más liviana en los estilos de vida. Estas nuevas pautas indican una diferente concepción sobre las formas tradicionales, junto con una mirada renovadora, placentera y de dispersión en general.

El "espíritu dominante o ethos" se muestra más acorde a emprendimientos comerciales que antes y éste surge debido a la demanda de las necesidades o "deseos de los consumidores" estrechamente relacionado con la renovación, variedad de gustos e innovación. (moda, estética, esparcimiento, etc.)

El "pensamiento postmodernista" deteriora las pasadas concepciones respecto a la "moral", la "política", la economía y los intereses sociales y desarticula los "paradigmas alternativos y dominantes" obligando al dominante, particularmente, a intervenir y amoldarse a esta nueva situación devenida de profundos cambios sociales de nuestro tiempo ("la edad de la información"). Por su parte el "paradigma alternativo" se adecua en algunos de sus puntos al nuevo enfoque en que existe una correlación con las nuevas pautas societarias y el "pensamiento postmoderno", destacando su "sensibilidad al contexto y a diversidad de uso, respuesta e interacción".

El paradigma crítico, en tanto, muestra marcadas falencias o grietas con respecto a las nuevas modalidades y concepciones sociales, estrechamente referidas a las diversidades sociales, sexuales, religiosas o étnicas, donde la polarización y el actuar de los comunicadores presuponen una relevada importancia, ya sea en su capacidad de informar sobre los problemas o de participar en la organización social de una nación.