¿Cómo abordar el realismo?

¿Cómo abordar el realismo? Es una pregunta que nos hacemos mucho los escritores y lectores a la hora de proponerse escribir una obra o de leer una novela. Sea cual sea el abordaje hay que tener presente que hay infinitas formas de estudiar el realismo literario, ya sea partiendo de la crítica de Aristóteles y entender al realismo como imitación; o desde la crítica de Auerbach que retoma la mímesis para hablar de la interpretación de lo real por la mimesis; o también desde la crítica de Barthes y la copia de la realidad; o de Ian Watt y su realismo como forma, etcétera. Es decir, como podemos observar, hay muchas formas de estudiar el realismo y muchas avalan diferentes teorías. No están ni bien ni mal sólo que son diferentes abordajes sobre un mismo tema que no es otro que encontrar la mejor forma literaria de representar la realidad tal cual la conocemos.

El realismo es una problemática bastante contemporánea y muchos escritores han vuelto a las fuentes como Aristóteles o Barthes para descifrar aquello que se entiende por realismo. En base a ello me gustaría dar mi opinión sobre dicha teoría. Para mí, el realismo no es otra forma que la realidad, pero cada ser humano, cada sociedad, vive diversas formas de realidad y por ende de diversas formas de entender la realidad. Ahora bien, a raíz del debate sobre la realidad me parece fundamental partir de la pregunta: qué es la realidad, qué se entiende por ella.
La realidad es un constructo teórico que se forma y se construye en el haber cotidiano y social. Hay distintas formas de abordar dicha realidad, una es la de Barthes la de poder dar cuenta que el realismo no es una mera copia de la realidad sino por el contrario es una copia de una copia de lo real.

Me parece, leyéndolo, que no ha quedado bien claro el concepto de Barthes sobre realidad. ¿Por qué, se preguntaran ustedes, hago hincapié en las teorías de Barthes? porque para mí es uno de los teóricos que más estudia la categoría de realismo desde diversos abordajes. Barthes, como bien dije, sostiene que el reflejo de la realidad es más bien una copia de una copia de lo real. Para llegar a dicha teoría el escritor se basó en la autenticidad de los escritos y de los escritores y para ello observo que los novelistas realistas realizan un recorte de lo que van a describir, como lo haría un pintor. Es decir que el escritor toma, sólo, un recorte de “toda” la realidad y la escribe, la describe y la hace real. Así, Barthes gracias a sus recortes de realidad crea una de las teorías más estudiadas e utilizadas por escritores y críticos a lo largo de los años.

Interesante hablar sobre el realismo, ya que es un tema que nunca acaba sino que por el contrario se la pasa regenerándose. Hay otra forma de abordar el realismo y es anclándose dentro de las teorías marxistas de Marx y Engels. Para mí esa es una verdadera teoría del realismo. ¿Qué mejor que especialistas en sociedad para develar aquello que entendemos por realidad? ¿No lo creen?
Marx y Engels, los teóricos marxistas, sostienen que los escritores deben luchar contra el capitalismo utilizando como “arma” sus obras literarias, las cuales logren caracterizar a los hombres en su esencia transformándolos en personajes. Así, la meta del escritor para los marxistas no será otra que reproducir poéticamente la realidad tal cual la ven y la viven. Por ello es que el marxismo condena al naturalismo y a la teoría del reflejo ya que ambas reproducen superficialmente la realidad y hacer eso no es luchar contra el capitalismo.

Para Marx y Engels, entonces, la misión literaria y del arte en general es poder lograr una representación fiel, verdadera y total de la realidad, no un fragmento como hace Barthes ni una fotografía como realiza el naturalismo sino una representación total de la realidad con lo bueno y lo malo, con lo triste y alegre, etcétera.
Así, el realismo literario marxista tendrá como una de sus categorías más importantes al “tipo”. El tipo es la reproducción fiel de caracteres típicos bajo circunstancias típicas, es decir que si un escritor va a escribir una novela debe lograr que los personajes, o tipos, sean reales, tengan caracteres reales y las circunstancias sean típicas, reconocibles, reales. Así el lector al leer la obra va a darse cuenta de lo que se está hablando gracias al reconocimiento de esa realidad que aparece en la obra y que se genera también gracias a la representación de los personajes.