Si bien, como he dicho antes, el realismo surgió en España en el siglo XIX, cuenta con influencia de otros países de Europa, aunque sin embargo tiene algunas características que las diferencian. El relato francés, entre los que se pueden mencionar a Honore de alzac, Emile Zola o Gusatuve Flaubert, creaban historias desprejuiciadas. Recordemos a Nana, de Zola o a Madame Bovary, de Flaubert.
En cambio, el realismo español muestra en sus historias más bien las ideas de libertad y progreso, sin desatender el espíritu del catolicismo y las tradiciones, lo que refleja de manera muy exacta Benito Pérez Galdós en sus obras. En tanto, no reniegan de los fundamentos religiosos o sociales como lo hace el realismo francés que sí lo hace y de forma muy evidente.
También influyeron en los narradores españoles autores como Gogol, Dostoievsky o Tolstoi, quienes desarrollaban historias más pesimistas y muchas de ellas hacían hincapié en aspectos históricos.
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