No siempre los finales son buenos
A la hora de terminar de leer una novela, a veces, nos quedamos con un gusto amargo, de insatisfacción e incomprensión. Eso sucede cuando una novela no tiene un buen final.
Los finales son iguales o más importantes que los principios, de las novelas, y por ello es necesario que terminen de la mejor manera. Ello no significa que tengan un “final feliz”, sino que deben lograr que, la novela, no decaiga al final.
Uno de los peores finales que he leído ha sido “El ocho” de Katherine Neville. ¿La han leído? ¿Les ha parecido un mal final? La novela nos deja un gran sabor amargo, ya que termina con un final abierto sin resolver casi nada. De hecho, la autora a raíz de las críticas ha dicho que fue su editor quien le recomendó dejar abierto el final por si surgía una continuación de la historia. Una idea bastante errónea y especulativa ¿No les parece?