En el teatro – además de la poesía – Federico García Lorca es el máximo referente del género en el siglo XX. En bodas de sangre, un clásico de la dramaturgia de habla hispana, el autor lleva al texto una verdadera tragedia, al modo de las antiguas obras griegas.

Además, este libro es la obra por la cual el escritor se alzó de fama en el mundo entero. Como toda tragedia clásica, la trama se desarrolla a partir de un amor imposible, no porque no existan los sentimientos sino por la decisión de una madre déspota, muy parecida al personaje de otro de sus clásicos: La casa de Bernarda Alba.

Una de las innovaciones que introduce el granadino en Bodas de sangre, escrita en 1932, son las voces que responden y van apuntando los distintos acontecimientos que ocurren en la trama.

La boda se tiñe de tragedia cuando una joven a punto de casarse con alguien a quien no ama siente que su destino está al lado del hombre del que está verdaderamente enamorada. Las pulsaciones se van acrecentando hasta que ocurre un final bañado de sangre.