¿Cómo nacen las "imágenes" en las obras de Gabriel García Márquez?
¿A qué escritor no le gustaría escribir cómo Gabriel García Márquez? Creo que todos en algún momento y, sobre todo, luego de leer sus relatos quisimos ser una especie de García Márquez y construir un gran relato mezclando la magia y la vida de manera única y espectacular. Sí, espectacular, en el sentido en el que se entiende la figura de un espectáculo montado sobre un escenario. Porque cuando uno toma cualquier libro de García Márquez pareciera que los personajes se montan en una obra y nosotros, sus lectores, nos ubicamos en el sitio de espectadores de semejante puesta en escena, tan rica y maravillosa.
A continuación comparto las palabras de García Marquez, quien nos cuenta sobre el punto de partida, sobre las imágenes, que utiliza para construir algunos de sus relatos.
Tal vez les pueda servir de inspiración y ejemplo.
“Una imagen visual. En otros escritores, creo, un libro nace de una idea, de un concepto. Yo siempre parto de una imagen. “La siesta del martes”, que considero mi mejor cuento, surgió de la visión de una mujer y una niña vestidas de negro y con un paraguas negro, caminando bajo un sol ardiente en un pueblo desierto. La hojarasca es un viejo que lleva a su nieto a un entierro. El punto de partida de “El coronel no tiene quien le escriba” es la imagen de un hombre esperando una lancha en el mercado de Barranquilla. La esperaba con una especie de silenciosa zozobra. Años después yo me encontré en París esperando una carta, quizás un giro, con la misma angustia, y me identifiqué con el recuerdo de aquel hombre.”