Cómo logró el gran escritor y crítico Vladimir Nabokov para crear sus relatos e historias, son preguntas que nos hacemos todos los lectores al recorrer las fantásticas páginas de las obras de Nabokov. Su obra más polémica es, por supuesto, “Lolita”, que se centra en el drama y la sexualidad entre una “niña” adolescente y su "padrastro", en palabras de Nabokov: “Lolita no es una niña perversa. Es una pobre niña que corrompen, y cuyos sentidos nunca se llegan a despertar bajo las caricias del inmundo señor Humbert.”
Para develar el misterio de cómo nacen las historias Vladimir Nabokov, comparto con ustedes algunos fragmentos de una entrevista que le realiza un periodista al escritor.
-Además del exilio y el extrañamiento, ¿cuáles son los temas principales de su obra?
-Además del extrañamiento, yo me siento forastero siempre y en todo lugar, es mi estado, es mi trabajo, mi vida. Me siento en casa entre recuerdos muy personales que no tienen relación alguna con una Rusia geográfica, nacional, física, política. Los críticos emigrados en París, y mis maestros en Petersburgo tenían razón, por una vez, al quejarse de que no fuera lo bastante ruso. Es así.
Y en cuanto al tema de mis libros, ¡hay de todo!
-¿Para usted, una novela no es ante todo una buena historia?
-Eso es, una excelente historia. Pero mis mejores novelas no tienen una, sino más historias que se entrelazan en cierta manera. Pálido Fuego posee ese contrapunto, y Ada también. Me gusta ver el tema principal irradiando a través de la novela y desarrollándose en pequeños temas secundarios. A veces es una digresión que se convierte en drama en un rincón del relato. O bien las metáforas de un discurso elevado se unen para formar una nueva historia.