La principal característica de la poesía barroca es su apertura hacia numerosos temas que jamás antes habían sido tratados en los escritos líricos.

El amor continúa teñido de petrarquismo en esta época en que la amada sigue siendo objeto de idealización por parte de la voz poética. Sin embargo los temas sociales van comiendo terreno a la lírica amorosa y cada vez son más los poetas que dedican versos a caracterizar, criticar y censurar comportamientos y costumbres faltos de moral o directamente a grupos sociales.

En el ámbito religioso, la figura de Cristo sucede a la de La Virgen, preferida en etapas anteriores, como protagonista de la lírica. Los poetas se muestran en sus versos arrepentidos por los pecados que han cometido.

Por último está la poesía filosófica que mira la vida del hombre a la luz de la muerte y del inexorable paso del tiempo para tratar de hacernos ver que todo a nuestro al rededor son vanas ilusiones.