Los primeros signos de lirismo en Galicia y Portugal se llevaron a cabo por medio de las cantigas.

Estas eran de varios tipos:

Cantigas de amor
en las que el poeta se presentaba a la dama como una especie de vasallo y en las que jamás llegaba a obtener los favores de su amada, a la cual incluso llegaba a temer.

Cantigas de amigo,
en las que una mujer confía su amor a sus confidentes o a la naturaleza a los que pide consejos o información acerca del paradero de su amado

Cantigas de escarnio, en ellas la ironía era el componente más esencial, por medio del cual se llevaban a cabo ataques a ciertas personas de por aquel entonces.

Cantigas de maldecir
, similares a las de escarnio pero más directas y menos irónicas.

Cantigas de Santa María, dedicadas a la Virgen María.