Vida y poemas de Juan Gelman

Juan Gelman es un brillante poeta argentino nacido, simbolo de la poesía contemporánea hispanoamericana, que nació en la ciudad de Buenos Aires en el año 1930. Cuenta su biografía que desciende una familia judía y que además aprendió a leer a los tres años. Algunos de los bellos versos de este gran poeta dicen así:
“Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano”.

El sensible y galardonado poeta argentino Juan Gelman comenzó a escribir sus primeros poemas cuando solo tenía 8 años y sus primeros versos publicados fueron una revista cuando cumplió 11. cuando fue adolescente entró a militar en una organización comunista y estudió la carrera de químico, aunque la dejaría para abocarse a las letras.

Otros de sus versos, los cuales son realmente hermosos y muy profundos, dicen:

A ver cómo es.
Estaba quieta la inquietud por una vez.
La desazón en sazón y
¡cómo se parecía el mundo a Gerarda
envuelta en sensaciones de encaje!
Las palabras chocan contra la tarde
/y no la descomponen.

La furia no me deja solo conmigo.
Habrá que recortar la sombra militar.
¡Camaradas especialistas en esperar cansancios:
apaguen el amor dudoso
que baja humilde y despacito!

Hasta el revés del cosmos morirá!

En el año 1955, en medio de la llamada Revolución Libertadora en Argentina, el poeta Juan Gelman formó parte de un grupo d escritores que se habían autoproclamado como El pan duro y quienes en su mayoría eran comunistas y trabajaban como una cooperativa para difundir y vender sus escritos. También fue adepto a la revolución cubana llevada adelante por Fidel Castro en el año 1959 y luego de eso publicó su primer libro de poesía. Otros poemas de Juan Gelman dicen:

querido amor que partís como un pájaro
acostado sobre los horizontes
¿estará bien darnos todos al todo/sin
ser parte de nada/ni siquiera del vuelo que

te lleva?/¿piensan hermanas y hermanos
que rodeando se puede llegar/o
partiendo y quedándose a la vez se llega
a la unidad buscada como manjar celeste?

o sea/dura es la vida o esta
salud que cavo para encontrarte como luz!
o palabra/ramita donde te poses como
la mano tuya sobre mi corazón

Juan Gelman fue docente pero cuando ocurrió una de las dictaduras de Argentina, en la década del 60, lo llevaron preso por ser integrante del apartido comunista. A finales de esa década, comienza a acercarse al llamado peronismo revolucionario y comenzaría a retratar la vida política de su país a través de la poesía. Otros de sus poemas dice:

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal


El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

Cuando Juan Gelman deja el aprtido comunista para adherirse al peronismo, ingresa a otro círculo literario y funda el grupo llamado Nueva expresión y también el sello editorial llamado La rosa blindada. Aquí he seleccionado más de los poemas de este gran escritor:

Epitafio
Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Escribo en el olvido...
Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.

Juan Gelman también trabajó como periodista en Buenos Aires, en el año 1966 y fue jefe de redacción de la revista Panorama, una de las publicaciones más intelectuales y comprometidas políticamente en su momento. También fue jefe del suplemento cultural del diario La opinión y trabajó en el diario Noticias. Otro de sus poemas dice:

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.
Cuántas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.
Pura mía,
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra,
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma

El poeta Juan Gelman fue y es un hombre comprometido políticamente, y eso le valió pérdidas enormes en su vida, sobre las que hablaré más adelante. En el año 1967, cuando en Argentina transcurría la dictadura militar llamada Revolución argentina, el poeta se alistó en una organización guerrillera y más tarde, en 1973, entro a Montoneros que apoyó a Cámpora, un político peronista. Otro de los poemas de Juan Gelman dice:

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.

La vinculación de Juan Gelman con la organización armada revolucionaria Montoneros fue muy fuerte, tanto que en el año 1975, un poco tiempo antes de que llegara la sangrienta dictadura militar de argentina del 76, fue enviado al exterior para hacer relaciones públicas y denunciar internacionalmente las violaciones a los derechos humanos perpetrados por el gobierno de entonces al mando de Isabel perón. Otro de los poemas de Gelman dice:

En el decenio que siguió a la crisis
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma y mi alma
de repente duraban un instante y antes de irse
o desaparecer dejaban caer sábanas
llenas de nuestros sexos
que salían volando alrededor como perdices.
¿Quiere decir que cada vez que hicimos el amor
dejábamos nuestros sexos allí,
y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas?
Qué raro, mirá que lavábamos las sábanas
con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada
no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros
para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a Don Francisco
que así pudo cruzar el agua fría de la muerte.

Cuando comenzó el golpe de estado en la aregntina, en el año 1976, Juan Gelman se encontraba en el exterior, por lo cual se exilió y en raras ocasiones volvió a su país. Viajó por Roma, Estados Unidos y México e hizo trabajos como traductor para la Unesco. Otro de sus poemas dice:

Es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oír un pajarerío en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor,
o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo
buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver para entender
estudio los índices de la tasa de inversión bruta
los índices de la productividad marginal de las inversiones
los índices de crecimiento del producto amoroso
otros índices que es aburrido hablar aquí
y no entiendo nada.
La economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma lo engañan en Wall Street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor,
el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes,
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones.
Se lleva el alma a la nariz para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras

Cuando retornó la democracia a la Argentina, en el año 1983, Juan Gelman no regresó a su país tampoco, ya que había en proceso juicios a quienes participaron de las guerrillas, lo que muchos escritores denunciaron y se proclamaron en contra y entonces el gran Gelman recibió el apoyo de Gabriel García Marquez, Juan Carlos Onetti o Mario Vargas Llosa. Hay más poemas de Juan Gelman para leer y disfrutar:

La tarde bajaba por esa calle junto al puerto
Con paso lento, balanceándose, llena de olor,
Las viejas casas palidecen en tardes como ésta,
Nunca es mayor su harapienta melancolía
Ni andan más tristes de paredes,
En las profundas escaleras brillan fosforescencias como de mar,
ojos muertos tal vez que miran a la tarde como si recordaran,
eran las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una dulzura como de labios de la tarde, carnal,
carnal,
los rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden con una especie de niñez
contra la oscuridad, el vaho de los dancings.

Una de las trágicas cosas que le ocurrieron al poeta argentino juan Gelman fue la desaparición de sus hijos, ya que Nora Eva, de 19 años y Marcelo Ariel, de 20 fueron secuestrados por el gobierno militar. Incluso, su hijo fue raptado por las fuerzas armadas junto a su esposa que estaba embarazada. Los restos de su hijo fueron encontrados pero no asi su nuera y su nieta, la cual se cree que nació en cautiverio. Más versos de Juan Gelman:

Esa dulzura era como si cada uno recordara a una mujer
Sus muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
El silencio de los desconocidos
Era un oleaje en medio de la calle
Con rodillas y rostros de ternura chocando
Contra el "New Inn", las puertas, los umbrales de color abandono.

Hasta que la muchacha se asomó al balcón
de pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la cama deshecha
donde todos creyeron haberla amado alguna vez
antes de que viniera el olvido.

La vida de juan Gelman estuvo sin dudas signada por la tragedia. En el año 1998 supo algo acerca del destino de su hija que había sido secuestrada junto con su hijo y que estaba desaparecida. Le dijeron que la habían llevado a Uruguay y que allí estuvo hasta que dio a luz a una niña. Fue entonces que Juan Gelman comenzó a investigar para encontrar a su nieta hasta que en el año 2000 fue encontrada y se reunió con ella. Cuando supo su verdadera identidad, la niña, ya una mujer tomó el apellido paterno y se llamó María Macarena Gelman García. Otros versos de Gelman son:


La puerta

abrí la puerta/amor mío
levantá/abrí la puerta
tengo el alma pegada al paladar
temblando de terror

el jabalí del monte me pisoteó
el asno salvaje me persiguió
en esta media noche del exilio
soy yo mismo una bestia

Por la tragedia que tiñó su vida, el poeta Juan Gelman estuvo muchos años sin publicar y luego de 1980 sacó varios títulos casi seguidos entre los que se destacan Hechos y relaciones, Citas y comentarios, Hacia el Sur y Bajo la lluvia ajena. En el año 2001, en honor al reencuentro con su nieta, Gelman publicó Valer la pena y País que fue será. Actualmente vive en México y le cuesta mucho regresar a su país. Desde allí es colaborador permanente del diario argentino Página 12.
Otros poemas de este gran escritor dicen:

El arco o puente que va
de tu mano a la mía cuando
no se tocan, abre
una flor intermedia.
¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca
ese vacío de las manos
solas en su fatiga?
Nace una flor, sí,
se agosta en mayo como una
equivocación de la lengua
que se equivoca , sí.
¿Por qué este horror?
En la página de nosotros mismos
tu cuerpo escribe.