Juan Ramón Jiménez se había propuesto alargar la historia de Platero y yo de modo que llegara hasta casi 200 capítulos. También pensó en escribir una continuación, aunque al final no lo hizo. Esta segunda obra iba a llamarse Otra vida de Platero. No obstante, el libro ha trascendido con creces las fronteras literarias y es hoy alabado por cientos de lectores en todo el mundo.
Otros versos del escritor español:
“¡Bandera, sonreír, vilano, alada
primavera de junio, brisa pura...!
¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste!
Todo tu cambiar trocóse en nada
-¡memoria, ciega abeja de amargura!-
¡No sé cómo eras, yo que sé qué fuiste!”.
“¡No apagues, por Dios, la llama
que arde dentro de mí mismo!
¡Cállate, por Dios, que tú
no vas a saber decírmelo!”.
El escritor español Juan Ramón Jiménez también desarrollo el género epistolar, en el cual se destacó. De hecho, uno de sus libros se llamó Cartas, y en él recopiló la correspondencia que el autor mantenía con otros intelectuales de la época. Fue un escritor respetado, tanto en España como en Latinoamérica. Vivió en Buenos Aires y allí se codeó con escritores de la talla de Oliverio Girondo o Manuel Mujica Lainez.
Más de sus poemas para recordarlo:
“Con lilas llenas de agua,
le golpeé las espaldas.
y toda su carne blanca
se enjoyó de gotas claras.
¡Ay, fuga mojada y cándida,
sobre la arena perlada!
-La carne moría, pálida,
entre los rosales granas;
como manzana de plata,
amanecida de escarcha.-“.
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