Nicanor Parra es un poeta nacido en Chile en 1914, que además de escritor estudió Matemáticas y Física.
Su poesía ha sido de gran influencia para otros autores latinoamericanos. Es por ello que quisiera compartir algunos de sus versos pertenecientes al poema “Coplas del vino”:
Es un escritor comprometido y sin pelos en la lengua ni trabas en la pluma al momento de hablar de lo que le molesta y de las presiones políticas.
“Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia”.
También son muy bellos los que componen el poema “El hombre imaginario”:
“El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario”.
Los que leerán a continuación forman parte de “Hay un día feliz”:
“A recorrer me dediqué esta tarde
las solitarias calles de mi aldea
acompañado por el buen crepúsculo
que es el único amigo que me queda”.
Quizás muchos se hayan acercado a la poesía de Nicanor Parra hace unos años, cuando en el año 2011 obtuvo el importante premio Cervantes, y seguramente, muchos más serán los que ya amaban sus versos desde hace tiempo.
Este escritor nació en Chile, en 1914, en el seno de una humilde familia que vivía en una ciudad del interior llamada San Juan de Alico. Estuvo rodeado por el arte, la literatura, la música y la pintura desde que nació. Fue hijo de un músico y a su madre le gustaba cantar aunque no de manera profesional.
En el año 1935 publica el libro de poemas Cancionero sin nombre, el cual fue el primero y en el que también sentaría las bases de una nueva manera de hacer poesía: incluyó algunos recursos como la métrica del romance, la prosa en verso y el protagonismo de quien habla en el poema, entre otros.
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