A la hora de escribir, los escritores, nos tenemos que concentrar mucho en la sintaxis y de allí emergen muchos de los problemas a la hora de escribir, y que tienen que ver con la poca información que se tiene sobre el armado de las oraciones, y sobre todo las que tienen que ver con oraciones subordinadas. Por esa razón, es que a continuación daré cuenta de los rasgos fundamentales de la oraciones subordinadas sustantivas y como es su funcionamiento, para tenerlo en cuenta y así no cometer errores sintácticos. Espero que lo tomen en cuenta.
La oración subordinada sustantiva se define por su engastamiento -incrustamiento o inserción -en una unidad más amplia, la oración principal, con la cual forma una unidad oracional compleja. Es de carácter argumental, es decir, es seleccionada por un núcleo léxico. Éste puede ser un verbo (que requiera papel temático proposicional. Ej. pensar que, y no cocinar que), un sustantivo (abstracto –causa, esperanza- o deverbal –decisión, respuesta, alusión) o un adjetivo (con estructura argumental –parecido a, seguro de).
Las oraciones subordinadas cumplen diversas funciones que pueden ser:
+Sujeto
+Complemento objeto Directo
+Término de preposición en un complemento
(complemento régimen de un verbo con régimen preposicional, o complemento de N (nombre) o A (adjetivo) en SN o SA)
Notamos entonces que su potencial funcional coincide con el de los N o SSNN. Se acude a las subordinadas sustantivas para referir eventos o situaciones que no se conceptualizan a la manera de los objetos discontinuos del mundo físico, de ahí que no se pronominalizan más que por medio de pronombres neutros (esto, lo). La naturaleza nominal de las subordinadas sustantivas se pone en evidencia al poderlas sustituir por estos pronombres y por la posibilidad de coordinarlas con frases nominales que ejerzan la misma función. Las subordinadas sustantivas no designan personas, animales, lugares ni objetos físicos, sino NOCIONES MAS ABSTRACTAS, en particular HECHOS, SITUACIONES, CONTINGENCIAS O ESTADOS DE COSAS, tal es su capacidad denotativa. Pueden ser confundidas con las relativas libres, pero su capacidad denotativa es la que las distingue, pues la diferencia principal entre ambas construcciones es semántica. La relativa sin antecedente expreso puede denotar tantas nociones como tipos de referentes tenga el antecedente que se postula para el relativo (pueden ser personas, objetos materiales, maneras, lugares, tiempos, nociones de naturaleza inmaterial). Pero dado que denotan conceptos semánticos diferentes es de esperar que aparezcan en contextos sintácticos distintos: no serán subordinadas sustantivas sino relativas sin antecedente las que aparezcan como sujetos de predicados que denotan acciones restringidas atribuidas a personas o animales (comer llorar morir), o las que aparezcan como complementos de los predicados que indican lugares como proceder de, ser oriundo de, u objetos materiales (agarrar beber, golpear)