Tema: J. K. Rowling para adultos

Justamente hoy ingresé a una librería y me topé con muchos ejemplares de J.K. Rowling para adultos. Es una edición bastante ampulosa, muchas páginas y con estridentes amarillos y rojos en la portada.

Salió a fines de 2012. La escritora es audaz y muy inteligente, ya que muchos de sus seguidores (aunque parecen que se han quedado en la adolescencia) hoy tienen entre 25 y 30 años, por lo cual es muy probable que consuman esta nueva versión para adultos de sus historias.

Muy acertada, también, el momento en que se dio a conocer este título al público lector, ya que coincidió con el encuentro anual que en las ciudades más importantes del mundo realizan los fanáticos de la saga del joven hechicero. ¿Tendrá la escritora británica la misma repercusión con sus novelas para adultos que como lo tuvo con las inolvidables tramas de Harry Poter? El tiempo nos los dirá.

Es imperdible leer las declaraciones de una de las escritoras millonarias que ha dejado la producción editorial europea, sin precedentes al menos en los últimos tiempos, me refiero a la británica JL Rowling, autora de la saga famosa y taquillera Harry Potter. Pero sin embargo, en su última novela para adultos, la autora dio un giro y dejo de lado la magia que tanto bien le hizo a su bolsillo. Esto dijo:

“He agotado verdaderamente lo mágico. Fue muy divertido mientras duró, pero lo he dejado atrás por el momento. Si existe alguna relación entre Harry Potter y mi novela nueva es mi interés por los personajes”.

“Nunca se me pasó por la cabeza dejar de escribir. Llevo escribiendo toda mi vida y escribiré siempre. Pero a veces sí me he dicho a mí misma que no estoy obligada a publicar nada más. El éxito de Harry Potter me dio mucha libertad. Ya puedo pagar mis facturas...”.

La exitosa saga de Harry Potter, el niño mago que ingresó a una escuela para hechiceros la ha vuelto una de las mujeres más ricas del mundo y sus libros fueron traducidos a 72 idiomas y vendió cerca de 450 millones de ejemplares. Otras reflexiones de JL Rowling son:

“Me gusta demasiado escribir para que me ocurra eso. Lo que sí es un problema mayor es que Harry Potter lleva asociadas tantas responsabilidades comerciales que tengo menos tiempo para escribir del que me gustaría. Además, tengo tres hijos, aunque estoy acostumbrada a trabajar con ellos alrededor. Ayer, por ejemplo, tuve una jornada de escritura fantástica. Preparé a los niños para el colegio y, en cuanto mi marido salió con ellos de casa, me fui a la cocina y me hice el desayuno. Todavía en pijama, me lo llevé a la cama, cogí el ordenador y pasé cuatro horas trabajando en la cama. Maravilloso”.

LA autora británica JL Rowling no tiene reparo en admitir que fue muy pobre y que junto a su hijo pequeño la pasó muy mal, al punto en que hubo noches en las que debió vivir en su auto. Actualmente recuerda esas experiencias como algo bueno, sin embargo, arremete contra la clase media diciendo que es hipócrita. Así lo plasma en sus palabras:

“En las relaciones humanas existe una tendencia desagradable que es que sentimos cada vez menos empatía entre nosotros. Juzgamos todo el tiempo a personas a las que no deberíamos juzgar, porque no las conocemos lo suficiente. En mi opinión, la falta de empatía es la base de muchos problemas, y creo que está perturbando nuestra sociedad”.

“En una época de dificultades económicas, la gente está menos dispuesta a ayudar a los demás. Estos no son buenos tiempos para la empatía”.

La autora británica dijo que en ningún momento comenzó a escribir con el objetivo de volverse millonaria y que le esta agradecida a la vida por recibir tanto. En el nuevo libro para adultos que lanzó JL Rowling en 2012, la autora cuenta una historia dura, y muestra una clase media que no es del todo feliz. Al respecto explicó:

“A veces me deprimía escribir el libro. Es una novela sobre cómo nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, algunos personajes están firmemente convencidos de que todo lo hacen bien, y eso también resulta divertido. En la clase media existe mucha ambición, mucha competitividad y mucha hipocresía, por lo que es un terreno bastante fértil para un escritor”.

“Lo más importante es que mi objetivo nunca fue hacerme rica. Gané ese dinero por pura casualidad. Nunca había sido mi intención. Yo escribí un libro y pensé que era bueno. Nada más”.

JL Rowlin asegura que el éxito y el dinero no han cambiado su esencia, aunque algo hizo un quiebre. Pero que ello, por el contrario, le ha ayudado a aprender más sobre la gente y sobre la vida. Dice sobre ese aspecto:

“Cualquiera que diga que no nos cambia estará mintiendo. En primer lugar, el éxito ha eliminado muchas preocupaciones de mi vida, porque en aquel entonces era madre soltera, tenía un contrato temporal de maestra y no sabía cuánto tiempo más iba a poder seguir pagando el alquiler. Cuando firmé el contrato de Harry Potter con la editorial de Estados Unidos, recibí una suma inmensa de dinero casi de la noche a la mañana. Me sentí apabullada. Y de pronto sentí muchas responsabilidades. Lo primero que pensé fue: no puedes estropearlo. Me entró una terrible paranoia pensando que iba a hacer alguna estupidez y tendría que volver a mi pequeño piso alquilado con mi hija Jessica. Quería asegurarme de no perder nada. Estuve a punto de guardar el dinero debajo del colchón”.

Hay que recordar siempre cuando se habla o se lee alguna entrevista con la escritora británica JL Rowling, que ella fue muy pobre y sufrió hambre y frío y la gente muchas veces le daba la espalda. Habla, justamente, sobre la hipocresía:

“Gracias al rumbo tan peculiar que ha seguido mi vida, he podido observar cómo cambia el comportamiento de una persona cuando se hace rica. Recuerdo una conversación con un hombre al que prefiero no describir con mucho detalle. Me dijo, con total naturalidad: Por suerte, aquí no hay chusma. Por lo visto, dio por supuesto que yo compartía su opinión. Ni se le ocurrió pensar que, 15 años antes, yo había sido una de esas personas que él consideraba chusma”.

“Me parece alarmante que la gente piense que el éxito —y en nuestra sociedad, éxito equivale a riqueza— le permite a uno olvidarse de cómo era antes su vida. Como si fuera tan fácil cambiar de principios”.