Dragón es un libro del argentino Gustavo Roldán, cuya primera edición salió en 2002 y desde entonces ya cuenta con nueve reediciones. Es un título ideal para niños, aunque también para adolescentes y adultos ya que sus historias están también dirigidas a todos aquellos que aún mantienen vivo su niño interior.
El libro cuenta con ilustraciones en tinta que reflejan de manera impecable y con talento los pasajes de la obra, hechas por el dibujante Luis Scafatti.
Los relatos que integran esta obra tienen una fuerte impronta poética en la que el autor utiliza muchas metáforas, lo que es muy beneficioso para la lectura analítica en el aula.
El libro ha salido a comienzos de 2013 en Buenos Aires, por lo cual en muy poco tiempo, según anunciaron sus editores, estará disponible en las librerías españolas.
Aquí les dejo una frase del libro de Gustavo Roldán: “Y los dragones creen que el mundo queda en calma. Pero se equivocan. Entonces caen rayos y centellas, el cielo parece desplomarse con truenos aterradores, las estrellas fugaces y los cometas de largas colas luminosas corren de un lado para el otro sembrando el pavor, y los tornados enfurecidos se tragan medio mundo”.
Pasajes del libro Dragón, de Gustavo Roldán
Bendición de Dragón
Que las lluvias que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el sol cuando estés solo en el desierto.
Que los desiertos se llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas mágicas que guardan en su raíz el agua que hace
Que el frío y la nieve lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Qué nunca te falte el fuego.
Que nunca, te falte el agua.
Que nunca te falte el amor.
Tal vez el fuego se pueda prender.
Tal vez el agua pueda caer del cielo.
Si te falta el amor no hay agua ni que alcancen para seguir viviendo.
Maldición de Dragón
Que tengas comida hasta estar harto todos los días de tu vida. Y que vivas muchos años. Que nunca te falten ni el agua ni la luz. Que los senderos sean suaves cuando los camines. Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte. Que ningún dolor te hiera en el costado. Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda ni siquiera con un gesto. Que tengas todo lo que se pueda desear, por largos, larguisimos años.
Pero que te falte el amor.
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