“No eres derrotado cuando pierdes, sino cuando desistes” así sentencia Paulo Coelho en su última novela llamada “El manuscrito encontrado en Accra” editada por la editorial Planeta, en éste año 2012. En esa sentencia se encuentra el drama fundamental de la novela, ya que para el autor quien desiste pierde, por ello el autor se enfrenta con nuestras luchas y esperanzas personales y nos convoca, una vez más, a no perder de vista nuestro camino a pesar de las pérdidas y las derrotas que haya en la vida.
La novela, que conserva en sus entrañas la paz y espiritualidad que hacen de la escritura de Coelho su marca registrada, se teletransporta a la década de 1000, más precisamente el 14 de julio de 1099, donde Jerusalén se está preparando para la invasión de los cruzados. En esta espera fatal, un griego llamado Copto convoca a su pueblo entero para preguntarse sobre los valores que quedan cuando todo se pierde y se destruye por las invasiones. En esa pregunta reside la enseñanza fundamental en tiempos de cambios, donde la vida pareciera que no vale nada y donde los valores importantes los dejamos pasar de lado, no les damos importancia. Y qué hacer frente al cambio es lo que se esconde en las palabras de la nueva novela de Coelho.
Así, mientras el pueblo espera el ataque, el cambio, la muerte si se quiere, la gente se reúne alrededor de un hombre que les permite preguntar y preguntarse por el valor de la vida, la soledad, la lucha y la fe, así como también permitir preguntarse sobre cómo encontrar el propio camino luego del sufrimiento y la derrota, y cómo esperar el futuro. Todos estás preguntas, si se quieren filosóficas, son las que envuelven la novela de Paulo Coelho y la hacen tan única y placentera enseñándonos, una vez más, sobre el camino de la vida.