Los argentinos son los que más leen

El mayor público lector de Latinoamérica es el argentino. Según un informe que fue realizado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, un ente que depende de la Unesco, es Argentina es el país de Latinoamérica que cuenta con más lectores del continente.

El índice de lectores, según el informe, es del 55 por ciento sobre los demás países del Cono Sur. En segundo lugar está Chile, después Brasil, Colombia y Perú.

“Es una oportunidad para emprender, con la evidencia empírica a mano, una seria reflexión sobre los impactos que han tenido las políticas públicas dirigidas a fortalecer el acceso de la población a los contenidos editoriales y a promover mayores niveles de lectura en la región”, dijo el titular del organismo que realizó el inorme, Fernando Zapata López.

Argentina fue líder en el mercado durante los años ’60, en forma paralela con lo que fue el Boom Latinoamericano. Luego durante la última dictadura la industria del libro decayó y hoy está primero en el ranking.

La diferencia entre el lector frecuente y el que lo hace cada tanto está marcada por el placer. En la Argentina, casi un 70 por ciento de las personas consultadas admitieron leer por gusto.

“Lo primero que hay que destacar en los resultados es que cerca de la mitad de la población de América Latina, cobijada por las encuestas, se declara ‘no lectora’ de libros. Falta de tiempo y desinterés por la lectura son las razones más frecuentes para justificar este comportamiento. Esto contrasta con las tendencias en el uso del tiempo libre, que en casi todos los países analizados, identifican las actividades relacionadas con los medios audiovisuales, como la principal actividad de uso del tiempo libre”, dijo el director del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, Fernando Zapata Lopez.

Uno de los indicadores más representativos del desarrollo lector de la población es el consumo promedio de libros al año. Chile y Argentina encabezan la lista con 5,4 y 4,6 libros leídos por habitante, respectivamente.