Cuando la realidad supera la ficción

Frente a las crisis mundiales los escritores más sensibles con la realidad tienen como tarea poder retratar la desgracia de forma poética. ¿Qué quiero decir con esto? Que los escritores son testigos y voceros de su época y deben poder representarla y retratarla lo más sincera y poéticamente. ¿Qué mejor que la literatura para contar la realidad no?
Desde hace muchos años, con las guerras y las independencias, los autores han sigo portadores de la palabra y han podido, como ningún otro mortal, contar lo que se vive.
Uno de aquellos autores y poetas fue T.S Eliot, quien ha sabido superar la ficción con su poema “La tierra baldía” allí la vida, la muerte, la guerra y la desolación fueron las piezas fundantes para dar cuenta del mundo que vivía Elliot.
¿Ustedes creen que la literatura puede superar la ficción y representar la realidad?

Yo creo que los escritores deben poder contar la realidad del mundo a través de sus obras, pero no creo que “todos” los escritores estén bajo una misma bandera: "la de ser testigo de su época". Creo que hay escritores que asumen la tarea de poder contar, a través de su relato, una verdad y esa verdad es la que, como testigo, observa y cuenta y que servirá como testimonio para el porvenir. Pero a su vez hay otros escritores que escriben novelas, cuentos, poemas, etcétera que no necesariamente servirán como testimonio sino que son simples narraciones para atraer a un público lector y no tienen ningún trasfondo moral, político o social.
Por ello creo que la literatura es una elección y cualquier autor, a la hora de escribir, debe tomar partido por una u otra forma de escritura. Ya que es imposible ser político y querer contar una mera historia de amor, en algún momento la historia rozará alguna acción política que pondrá en peligro a sus personajes.

Para mí el mejor escritor argentino “testigo de su época” es Rodolfo Walsh. El escritor, ha dicho en más de una entrevista, que antes de que ocurran los asesinatos de León Suárez era un simple escritor de cuentos y periodista. Luego de enterarse de los asesinatos y que un testigo, “el muerto que habla”, le contó lo sucedido, su vida cambió para siempre y decidió comenzar a trabajar, escribir y vivir siendo un testigo de lo que estaba ocurriendo en los comienzos de la dictadura argentina (1955 derrocamiento de Perón). Desde su lugar de testigo comienza a narrar realidades a través de la ficción, cuentos o novelas. Así, con la única arma que tenía a su alcance: la máquina de escribir, su palabra, su escritura, comienza a narrar todos los hechos que fueron sucediendo en la Argentina en la década del 50 y en adelante. Para mí Walsh es el escritor más comprometido y testigo de su época.