Mucho se ha hablado acerca del existencialismo, la corriente del pensamiento que surgió en el siglo XX y que analiza, justamente, la existencia del hombre e intenta descifrar cuáles son las causas de los principales problemas que agobian a la humanidad y por ello encontrarle soluciones.

Esta corriente surgió en el último cuarto del siglo XIX y tuvo un punto intenso de abordaje y desarrollo durante el siglo XX, con pensadores de la talla de Jean Paul Sartre o Heidegger.

Una de las características de los pensadores existencialistas era analizar la realidad a través de lo vivido y a través de la experiencia plantear soluciones, aunque en general, los filósofos de corte existencialista solían ser bastante negativos y pesimistas en cuanto, a si había o no soluciones para la resolución de los conflictos internos del hombre.

En el siglo XIX uno de los referentes del existencialismo fue Fiodor Dotoyevky, quien supo plasmar su pensamiento en novelas como Crímen y castigo.