Si hablamos de literatura contemporánea no podemos dejar pasar por alto la categoría, que encierra a la literatura contemporánea, que es la de "Industria cultural".
El concepto de Industria cultural se forja en un texto de Max Horkheimer y Theodor Adorno llamado Dialéctica del iluminismo publicado en 1947 y que tiene como contexto la sociedad masificada tanto norteamericana, como la de la Alemania nazi. Nos basamos en éste texto para dar cuenta de que entendemos por Industria cultural. Según Horkheimer y Adorno, el arte en las sociedades capitalistas se “banaliza” debido a su ingreso a la industria cultural. Ésta está regida por las leyes del mercado capitalista y sólo produce aquello que puede ser “consumido”; razón por la cual, a su vez, es una industria generadora de necesidades. Por medio de los medios masivos y la implementación de la técnica, el arte puede llegar a las masas, por lo que se podría decir que sería un arte masivo. Pero no es la clase de arte que estos autores suponen como “superior” o “verdadero”, por ejemplo la pintura, sino un arte menor, como por ejemplo el cine o la fotografía. Estas formas artísticas, que buscarían entretener o divertir, tienen por finalidad mantener a los hombres alienados. De esta forma el arte sufre un proceso de desublimación, que lo llevaría a perder su valor estético para convertirlo en una repetición de fórmulas, lo que daría como resultado un arte “estereotipado”; un arte que, por estar regulado por las leyes de la industria cultural, sería de una producción en serie.
Walter Benjamin, en oposición a los postulados de Horkheimer y Adorno, piensa en los cambios que configuran la modernidad desde el espacio de la percepción mezclando lo que pasa en las fábricas, en el cine y en la literatura marginal. Benjamin ve en la técnica y en las masas un modo de emancipación del arte, un acercamiento, mientras para Adorno todo el arte está perdido menos el arte más alto y puro (la pintura).
Última edición por MLuisa; 25/11/2012 a las 15:08
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