Las vueltas son las que se dan para cocinar una milanesa.
Las vueltas son las que da el vecino que no quiere barrer las hojas de su vereda.
Las vueltas son las que da la cajera del banco cuando no quiere cobrar un impuesto.
Las vueltas son las que da el verdulero cuando no tiene más verdura.
Las vueltas son las que se dan en el auto para encontrar lugar y estacionar frente al trabajo.
Pero mis vueltas sólo aparecen cuando estás en mí cabeza.
Mis vueltas son las que doy cuando no puedo hablarte, cuando siento que la lengua se me traba y el corazón se me acelera al mirarte.
Mis vueltas son las que siento cuando no puedo conciliar el sueño, porque en cada parpadeo se me refleja tu imagen.
Mis vueltas son las que imagino dando juntos por algún rincón del planeta.
Pero tus vueltas son las que no quiero.