-"La jaula se ha vuelto pájaro" me susurra Pizarnik...
A estas horas de la noche, sólo ella está a mi lado y siempre me susurra lo mismo: "la jaula se ha vuelto pájaro"
Yo nunca supe que significaba esa frase, hasta ahora, en el momento en que me dí cuenta que a mí encierro le habían salido alas. Dos alas preciosas, brillantes, etéreas; dos otras, dos ellas, que se mueven con la velocidad del viento y no dejan de volar, jamás dejan de volar.
-Es que yo no quiero que vuelen Alejandra. Yo no quiero que mi soledad tenga alas, solo quiero que se vaya. Solo quiero que se olvide. No quiero esconderla, no quiero ocultarla, quiero sanarla.
-"La jaula se ha vuelto pájaro", me repite Alejandra...
-Sí, ya sé, no sigas con las señales. Sé lo que me queres decir. Indiscreta. Si se convirtió en pájaro que vuele a otro nido en esta jaula no se aceptan pájaros.
Esas palabras salieron de mi boca, seguido por un portazo. Yo seguía sin entenderla, sin comprender la frase y Alejandra se reía, solo reía. Entendía mi tristeza, entendía mi dolor y solo reía, sola me dejaba que busque mi salida.
(SILENCIO)
De repente la interpretación cegó mi temor y me devolvió la mirada para siempre..."La jaula se ha vuelto pájaro" ya no vivo en una jaula, no soy jaula ni soy pájaro, soy yo, soy mi búsqueda, mi camino y mi esencia... "Mi jaula, mi jaula se ha vuelto pájaro, se ha ido, ha volado, no es más mía, no es más jaula"...Ahora si soy yo.
De repente, pensé que en el ayer más profundo no quería caer. En el subsuelo todo es gris.
-No me gusta el gris, está más cerca del negro pero con un toque de blanco, de paz...Dije yo abriendo la puerta del ascensor. -No es lo mío, o sos negro o sos blanco...Viste como es esto o sos una cosa a la otra, los colores me torturan. Seguía diciéndole a un hombre, que apoyado sobre el vidrio me miraba desconfiado.
Los pisos seguían llegando y él me seguía mirando...
Yo no paraba de repetir que el gris esto que el gris aquello, que el gris opaca, el gris oscuro. Mucho gris, poco blanco. En todo mi monólogo el hombrecito gris no hablaba, ni se inmutaba. Yo se lo agradecía, ayer amaba hablar sola.
De repente el ascensor se detuvo, el hombrecito gris salió sin mirarme, sin registrarme, sin levantar la mirada, sin nada, y cerrando la puerta me dijo- El gris no es inconcluso es incompleto. Sonrío y cerró la puerta.
Yo lo mire y pensé...-En el subsuelo todo es incompleto.
Más profundo no quería caer. En el subsuelo todo es...Incompleto, sin jaula, sin pájaros.