“Afuera es de noche. Estoy tan atento a tu presencia como en nuestros comienzos. Espío tu respiración, mi mano te acaricia. En el caso de tener una segunda vida, ojalá la pasemos juntos”.
Esa es una frase que le escribe André Gorz a su esposa Dorine antes de suicidarse, ambos, en una cama, en un cuarto, en una casa rodeada de árboles, en un espacio de amor donde se unieron para siempre.
Acá también es de noche y no siento tu presencia. Sólo siento un espacio vacío que me ayuda a sumergirme en mi ser y me permitirme tocar lo oculto, lo oscuro, lo mío, mí yo, mí historia y mi vida.
Afuera también es de noche y estoy tan cerca del vacío que mi voz retumba en la nada, en lo oscuro, en lo tuyo.
Comienzo a pensar que tal vez te fuiste, que ya no sos parte de mi vida y que tu retrato se pierde en imágenes que nunca volverán. Sufro. Pienso que mi dolor es inmanejable y que la noche no ayuda para olvidarte. Estiro mi mano para alcanzar aquello que duele, que no llego, pero lo intento.
De repente una voz se escucha a lo lejos. Me llaman. Interrupción. -Menos mal, pensé.
Voy, vuelvo...Como frutillas y de fondo en mi cabeza no para de sonar strawberry fields forever.
Pienso, que tal vez, me salve de tocar aquello que no quiero tocar, no acá, no ahora, no así...
-¿Qué pasa vida? ¿Es verdad que todo lo sólido se desvanece en el aíre? Me pregunte.
(El ruido del silencio entorpece mis pasos y el vapor del aire me adormece sin razón)
No, no pasa nada solo pensaba en mi...
Silencio.
¿Dónde estará? lo quiero conocer, me quiero casar y morir con esa persona, quiero amar, quiero sufrir, quiero vivir y quiero morir a su lado.
No sé qué pensar, no sé qué hacer, siento el dolor, siento la pérdida, siento tú olvido y no sé cómo seguir.
No quiero invocarte, es sólo que esa frase me hizo pensar, me hizo llorar, me partió en dos. Esa frase, esa historia, ese amor, esa muerte, esa eternidad que se juraron, hizo brotar de mí varias lágrimas al amor que hacía tiempo no me brotaban. Me parece que me dieron ganas de vivir, de vivir un amor, de transitarlo, desearlo, abrazarlo.
Bueno. Basta, me voy al fin, a la muerte...Hola André Gorz. Hola Dorine.