Desde ese día hasta éste tiempo la oscuridad se había acostumbrado en su mirada, no se oía ningún sonido, la soledad le invadía el cuerpo y sus manos, de vez en cuando, tocaban algo que no descifraba...
—Me parece que vivo.
—Me parece que no.
—¿Cómo que no? ¿Qué crees que estoy muerta?..
—Hace mucho que si...
—Ah, ¿sí? Pero no, como puede ser...No te creo, si yo me siento yo… bah, no sé...¿Cómo voy a estar muerta si estoy acá?
—Ay, mujer, si supieras lo que es estar acá, estar vivo, te aseguro que no durarías ni un segundo. Vivir no es para cualquiera, ¿sabés?
—Pero… ¿cómo? Yo estoy viva, vivo en mí, estoy acá! ¿Acaso no me ves? (Silencio.) Hola... Hola… ¿En dónde estoy? ¿Qué está pasando-me?
—Estás en la noche, mujer, ¿no te das cuenta? Ya no sos vos, estás en un sueño, tu sueño... tu muerte.
—¿Sí? ¿Y vos sos luz?
— No, yo soy ocaso.
La mujer comienza a abrir los ojos, se siente rara, perdida, pero no deja de estar en la posición en la que comenzó la escena. Su tono de voz es ahora angustiante pero firme, muy firme.
— Ufffffffffff.... me duele la vida.
Creo que desperté… Sí!, creo, va siento… Ah no? No siento?...No bueno basta, no quiero soñar más, no me gusta soñar me duele al despertar.
...Sí, creo que desperté. Menos mal que soy yo, que estoy viva, que soy una simple...Una simple... ¿mujer? ¿Un simple ser? ¿Soy una? ¿O soy dos? ¡No! ¡Basta!
......(cae desarmada al piso)...Ser?…Ser?...ahora que no estás acá, que te fuiste de mi, necesito decirte que muchas veces rogué despertar, tocarme a mi misma y tranquilizarme diciéndome… Esto es un sueño! fue un sueño!...será un sueño otra vez? …(Luego de un silencio casi tortuoso ella comienza hablar con un tono sincero)…Quise ser otra, desee ser quien no era, quise mirar a los demás con ojos que no eran los míos, quise sentir dentro mío algo que no es mío y la verdad es que quise tocarte y sentirte con un cuerpo que no era el mío… sí…quise amarte! Amarte ser distinto!..pero quise tanto…tanto…tanto que no pude…y morí. Sí! Ahora sé lo que es morir…ahora si siento en mi propio ser la vida como un sueño, como un deseo, como un otro.
Adiós. (Se apagan las luces).