ADN asesino, de Patricia Cornwell

Para los amantes del género policial la novela ADN asesino, de Patricia Cornwell, es realmente un libro muy recomendable. En esta obra que cuenta con una excelente traducción al español y que fue publicada por Ediciones B, la autora cuenta una historia que atrapara al lector desde el principio hasta el fin.

Esta autora, especialista en el género, relata la historia de un investigador privado que debe regresar a su ciudad natal para terminar sus estudios sobe criminología forense. Allí es cuando comienza una verdadera odisea para este detective, al encontrarse con una fiscal con ambiciones políticas que propone una singular estrategia para combatir en crimen.

El investigador cree estar convencido de que nuevos experimentos en base al estudio de ADN le servirán para dilucidar un asesinato que fue cometido dos décadas atrás, por lo cual si consigue la aprobación de la fiscal, será una revolución y saltará a la fama por ello.

Esta autora ha tenido una vida muy interesante, lo que vale conocer, ya que en la actualidad sus libros se mantienen en los primeros puestos de ventas en el mundo de habla hispana y anglosajona, lo que no suele darse a menudo. Patricia Cornwell es una escritora inglesa nacida a mediados del siglo pasado, aunque su verdadero nombre es Patricia Carroll Daniels, sólo que prefirió usar su apellido de casada para firmar sus libros.

Su infancia fue muy difícil, ya que debió ser internada de pequeña en un asilo para niños. De adulta, trabajó como cronista de hechos policiales en diarios y también en la oficina forense y en la policía, lo que la nutrió de interesantes experiencias a la hora de escribir sus libros.

Si bien no corrió con suerte con sus primeros tres trabajos (que fueron rechazados en distintas editoriales) a principios de la década del ’90 tuvo un gran éxito con la primera novela publicada, de manera que se convirtió, a partir de allí, en una de las más prolíficas y leídas escritoras del género policial y de suspenso.

La magnífica escritora de suspenso Patricia Cronwell es la autora del libro "Retrato de un asesino: Jack el Destripador, Caso Cerrado". Inspirada en el famoso asesino serial que asoló las calles londinenses en el siglo XIX, la escritora cuenta que entre los meses de agosto y noviembre de 1888, siete mujeres fueron asesinadas en el barrio de Whitechapel.

Los asesinatos hicieron que la comunidad se estremeciera de terror y así es que surgió el mito de Jack el Destripador. Nunca se ha conocido la verdadera identidad de quien cometió estos asesinatos macabros y ello despertó miles de teorías y supuestos sobre el responsable de las muertes. Hay quienes endilgaron los asesinatos a un pintos, un médico y hasta una mujer.

Patricia Cornwell hizo una exhaustiva investigación y analizó las evidencias, los documentos, los informes y las huellas. Su conclusión fue que Jack el Destripador era Walter Sickert, un pintor.

Esta escritora es una verdadera experta en libros de asesinos, por lo cual volcó toda su sabiduría del tema para analizar el modus operandi y la vida del Jack el destripador. Dice que el pinto Walter Sickert se sentía atraído por los suburbios de Londres y que hubo una serie de hechos que hicieron que se vuelva un psicópata capaz de matar sin piedad.

Según cuenta la leyenda, el apodo de Jack el destripador se debe a que la policia recibio una carta de alguien que se adjudicaba los crímenes y firmó con ese apodo aunque muchos también dicen que se trató de una broma. Otros de los apodos que se le dio a Jack el destripador fueron «El asesino de Whitechapel», «Mandil de cuero» y «Genio independiente».
Lo cierto es que pocas son las conclusiones que se han sacado en limpio respecto ala verdadera identidad del asesino más famoso de la historia, que tuvo en vilo a la sociedad inglesa hacia finales del siglo XIX.

Los analistas del caso han descripto a Jack el destripador como un hombre culto, inteligente, calculador y capaz de sortear sin problemas la persecución de la policía. Las mujeres que asesinó eran en su mayoría prostitutas y a todas las mató del mismo modo: ahorcándolas y cortándoles el abdomen. Ese último punto fue el que hizo que las pesquizas dedujeran que el asesino tenía conocimientos de medicina.

Estas muertes fueron más reiteradas entre los meses de septiembre y octubre de 1888, lo que causó conmoción y el asesino tuvo repercusion internacional y ocupó durante años las primeras planas de los diarios. Actualmente hay más de cien teorías de la identidad de Jack el destripador, ya que nunca se pudieron resolver los casos. Se hicieron, incluso, películas y se han escrito libros de ficción y no ficción. Uno de ellos es el de Patricia Cronwell, "Retrato de un asesino: Jack el Destripador, Caso Cerrado" el cual a pesar de ser un ensayo cuenta con todos los ingredientes de una novela de suspenso.

El contexto histórico en el cual apareció Jack el destripador fue en el que Inglaterra recibió una afluencia masiva de inmigrantes irlandeses lo que generó una superpoblación de las ciudades y los barrios de Londres. También se asentaron judíos de Europa del Este que escapaban de la Rusia del zar. Muchos de estos refugiados fueron a parar a las iglesias, ya que no había lugar en las casas.

Esta situación fue propicia para la aparición de una sub clase social más inculta y con menos poder adquisitivo, lo que según dicen algunos historiadores, fomentó la vagancia, los robos callejeros, la violencia y el alcoholismo. La pobreza que se vivía hizo también que muchas mujeres recurrieran a la prostitucion para ganarse la vida, quienes entonces se convirtieron en un blanco fácil para el asesino que comenzaba a hacer sus primeras apariciones hacia 1888.

Tal era la situación apremiante y de pobreza, que de acuerdo a un censo que realizó la policía metropolitana de Londres en 1888, dio como resultado que había 1.200 prostitutas y 62 burdeles en los que ellas trabajaban. El ambiente no era bueno, ya que se producían manifestaciones y revueltas, en varias ocasiones tuvo que intervenir la policía y hubo muertos.

En este marco fue que se sucedieron los asesinatos de Jack el destripador. Así se produjeron once homicidios horrendos entre el 3 de abril de 1888 y el 13 de febrero de 1891 que fueron investigados por la policía con el nombre de «Asesinatos en Whitechapel». Algunas de las características en común de estos asesinatos fueron los cortes de garganta, la mutilación abdominal y genital, la extracción de órganos internos y las lesiones faciales progresivas como rasgos distintivos del modus operandi de Jack el Destripador.

Las dos primeras víctimas de Jack el destripador fueron prostitutas. La primera fue violada en un callejón oscuro de los bajos fondos de Londres y le encontraron un objeto que le perforó la piel del intestino. Antes de morir en el hospital dijo que fue asaltada por tres hombres, uno de los cuales era un adolescente. Si bien la prensa le atribuyó el asesinato a Jack el destripador, la policía cree que fueron a causa de violencia entre pandillas. La segunda víctima recibió 39 puñaladas.

Entre los primeros rumores que se dieron en torno a quien era el verdadero Jack el destripador, fue sobe un actor llamado Richard Mansfield, q quien ganaba cada vez másfama como actor y que en el momento en que ocurrieron los asesinatos estaba protagonizando la famosa obra de Robert Loui Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde. Después hubo otras suposiciones que se dieron a lo largo de la historia y que hasta hoy subsisten.

Después se le atribuyeron los asesinatos a un lustrabotas llamado John Pizer, de origen judío que contaba con un frondoso prontuario, incluso, estuvo detenido por los crímenes pero fue liberado. También hubo más sospechosos pero todos fueron liberados ya se comprobó su inocencia, lo que provocó que el cuerpo policial de Londres se convirtiera en el hazmerreír.

Las víctimas que contaban con el mismo modus operandi y por lo tanto, se las considera como responsabilidad de Jack el destripador fueron Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. El cuerpo de la primera lo descubrieron el 31 de agosto de 1888, degollada y con el abdómen seccionado. El cadáver de la segunda mujer apareció el 8 de septiembre de ese mismo año, con una semana de diferencia y con las mismas heridas aunque esta vez fue con más saña ya que el abdómen estaba totalmente descuartizado.

La prensa tuvo mucha tela para cortar y de hecho, hubo un antes y un después en el tratamiento de los asesinatos luego e la aparición de Jack el destripador en la escena londinense. El diario más importante de Inglaterra publicó tras el segundo crimen:

“El desalmado de Whitechapel ha asesinado esta mañana a su segunda víctima y sigue sin ser detectado, visto o conocido. Hay pánico en Whitechapel. El cuerpo de detectives de la policía londinense es, probablemente, el más estúpido del mundo”.

La tercera y cuarta víctima fueron asesinadas el 30 de septiembre y también fueron degolladas aunque no les mutiló el abdómen por lo que hay quienes dicen que no fue obra de Jack el destripador. Muchos dijeron haber visto a las víctimas esa noche pero sus versiones eran diferentes lo que no ayudó demasiado a la policía en su investigación.

Todas las víctimas que se le atribuyen a Jack el destripador fueron cercenadas de manera brutal a una de ellas hasta les quitó un riñón. Los asesinatos dieron lugar al odio racial y les fueron atribuidos a un grupo de judíos.

Otra de las mujeres fue encontrada en la cama de su habitación mutilada y con un corte que la atravesaba a lo largo de la columna vertebral. El asesino le había extirpado todos los órganos y fue, sin lugar a dudas, el más brutal de todos los crímenes perpetrados por Jack el destripador. El hecho de que la policía asegurara de que los crímenes los había cometido una sola persona y la misma, era por el modus operandi y con el mismo instrumento cortante. De todos modos, mucho hizo el cuerpo policial londinense para dar con el responsable y jamás lo logró aunque se cree que estuvieron muy cerca y que algunos de los que liberaron habría podido ser el verdadero asesino.

LA policía estaba en apuros al no dar con el asesino. El agente Melville Macnaghten, asistente del jefe de la Policía Metropolitana y director del Departamento de Investigación Criminal asentó en un informe:

«El asesino de Whitechapel tuvo cinco víctimas y nada más».

Por otra parte, un médico forense que intervino en la investigación llamado George Bagster Phillips, dijo que solamente estaban relacionados tres homicidios y escribio en un reporte:

«Uno o más individuos de mente débil... inducidos a emular el crimen del homicida original]». Sin emabrgo,luego de que la investigación prosiguiera con su curso, los expertos aseguraron que los informes de este médico contó con graves fallas técnicas, por lo cual resultaron poco probables. Dicen que Kelly fue la última víctima de Jack el Destripador y que las muertes terminaron cuando murió el asesino. Sin embargo, se dieron otros crímenes luego de la quinta víctima en el barrio londinense de Whitechapel. Fueron cuatro: los Rose Mylett, Alice McKenzie, el torso de la calle Pinchin y Frances Coles.

Es apasionante esta historia de Jack el destripador y de cómo el asesino pudo sortear a la policía que estaba tras él en las calles. Por eso es que ,me dediqué hoy a hurgar en esta historia que parece no tener fin. Los cuatro asesinatos posteriores a los cinco que la policía solo le atribuyó al asesino serial comenzaron con el de Mylett, quien fue hallada estrangulada el 20 de diciembre de 1888.

McKenzie murió en julio del año siguiente a causa de la ruptura de la carótida y presentaba cortes y magullones aunque no con la magnitud de los otros cadáveres. El otro cuerpo hallado bajo el nombre de El torso de la calle Pinchin, era un pedazo de cuerpo al que le faltaban las extremidades y la cabeza. Colez, en tanto, fue encontrada degollada bajo las vías pero no había sido mutilada y por ese asesinato llevaron rpeso a un hombre con quien ella se había encontrado, aunque luego fue absuelto porque no encontraron pruebas.

Hubo más víctimas aunque nunca llegaron a relacionarlas de manera fehaciente con Jack el destripador. Todos los asesinatos a los me refiero ocurrieron en el barrio de Whitechapel. Uno de ellos fue el que se conoció como «Fairy Fay», quien se encontró en el año 1887 con una estaca clavada en el estómago. Hubo quienes le atribuyeron este asesinato a la obra de la prensa que se tomó de los homicidios posteriores para ganar fama y vender más periódicos por lo que oficialmente se cree que este primer asesinato nunca ocurrió.

Otra supuesta víctima fue Ada Wilson, quien fue encontrada con cortes en la zona del cuello en 1888. hay más, en octubre de 1888 se dio el caso que se llamó «El misterio de Whitehall», se trataba del hallazgo del cuerpo de una mujer sin cabeza que estaba en el sótano del nuevo edificio de la Policía Metropolitana. Las otras extremidades y la cabeza nunca aparecieron, por lo que el cuerpo jamás pudo ser identificado.

Una de las víctimas que apreció también aunque se la trató de vincular al caso de Jack el destriapdor y al final no pudo comprobarse nada fue una mujer a quien llamaban Shakespeare. Se llamaba en realidad Carrie Brown pero le decían como el escritor inglés ya que se la pasaba recitando versos del poeta y dramaturgo. Esta mujer fue estrangulada con su propia ropa en Manhattan en 1891 y tenía un tenedor clavado en la pierna. Si bien no fue mutilada, había un ovario sobre la cama por loq eu se relacionó el crimen.

En los archivos del crimen están los procedimientos que la policía de gran Bretaña llevó a cabo para dar con el asesino de Whitechapel,lo que también ha servido a los historiadores para tener una visión de cómo actuaba la policía en la época de la reina Victoria. LA policía montó grupos especiales de tareas casa por casa en el barrio de Whitechapel, y examinó todo el material forense que se juntó de las escenas del crimen.

Sin embargo, todos los esfuerzos policiales fueron en vano, aún así, llevaron adelante un arduo trabajo: examinaron el material forense, y luego comenzaron a hacer suposiciones acerca del perfil del asesino. Entrevistaron al menos a dos mil personas e investigaron a 300. Sólo apresaron a 80 las cuales luego fueron liberadas por falta de pruebas.

En primer termino, quien estaba a cargo de la investigación fue el Departamento de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Whitechapel, quien era comandada por el detective Edmund Reid. Luego de que se sucedieran más asesinatos, la policía municipal también formó parte de la investigación.

El detective Edmund Reid escribió acerca de la frustración de la policía en cuanto a la investigación:

“La posición de la sangre y del cuerpo mostraba que él le había cortado el cuello con la mano derecha; de derecha a izquierda, haciendo que la sangre saliese despedida en dirección contraria de donde él se hallaba, lo que probablemente haría que su ropa no se manchara de sangre. Una de las principales dificultades del caso radicaba en que el ingenio sobrepasaba a la razón”.

Lo cierto es que frente a las no respuestas de la policía acerca del paradero del asesino, había un malestar social muy notorio y comenzaron a trabajar en las calles los ciudadanos voluntarios, conocidos como el Comité de Vigilancia de Whitechapel. Incluso, se había fijado una gran recompensa con quien hallara al asesino sin embargo todo quedó en la nada.

Otra de las acciones que llevó adelante este comité fue la de contratar detectives privados para que interrogaran a sospechosos o testigos por su cuenta, por fuera del ámbito de la policía. Sin embargo no eran válidas las recompensas a quien aportara datos a través de este sistema. Uno de los jefes dijo al respecto:

«La Policía Metropolitana y otras instituciones habían ofrecido recompensas en el pasado y dicha política había caído en desuso porque se creía que el ofrecimiento de una recompensa animaba a la gente a facilitar informaciones falsas con la esperanza de conseguirla».

Las críticas fueron muchas hacia el accionar de la policía, por el hecho de que no querían aceptar las recompensas para el que diera con la identidad de Jack el destripador. Según consta en la publicación de un diario:

“La policía fue acusada de no afanarse demasiado en saber quién era el Destripador y de que el esfuerzo habría sido muy superior si los crímenes hubieran tenido lugar en las zonas más ricas de Londres».

Quienes fueron blando de las acusaciones o fueron los principales sospechosos eran los de profesión carnicero, cirujanos o médicos dada las mutilaciones. La misma reina Victoria opino que el asesino podía ser de origen judío y que también podía estar en las embarcaciones que llegaban al puerto de Londres aunque esta última fue descartada ya que las fechas de los asesinatos no coincidían con los atracos de las embarcaciones.

Se considera que el perfil criminal que se hizo de Jack el destripador fue el primero en la historia. Fue responsabilidad de uno de los médicos forenses que actuó en el caso quien se basó en los cinco crímenes endilgados al asesino serial. El Informe decía:
“No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, mientras que en el último caso, debido a la considerable mutilación, es imposible señalar en qué dirección se hizo la cortada, aunque se hallaron rastros de la sangre arterial sobre la pared en forma de salpicaduras, muy cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado”.

“Todas las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres fueron asesinadas cuando se encontraban recostadas y, en todos los casos, la garganta fue cortada en primer lugar”.

Entre los supuesto que planteó el doctor Bond respecto al perfil de Jack el destripador estaba la exclusión de que fuera un matarife o carnicero con conocimientos de cortes, tampoco creía que fuera un médico. Decía, más bien, que el criminal tenía los hábitos de un hombre solitario que padecía de momentos de manía homicida erótica y que era hipersexual. También decía que tenía una apariencia elegante y que parecía inofensivo ye so hacía que atrajera a las mujeres.

EL informe que realizo este médico con el perfil del asesino serial continúa de la siguiente manera:

“El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes”.

Entre los supuesto que planteó el doctor Bond respecto al perfil de Jack el destripador estaba la exclusión de que fuera un matarife o carnicero con conocimientos de cortes, tampoco creía que fuera un médico. Decía, más bien, que el criminal tenía los hábitos de un hombre solitario que padecía de momentos de manía homicida erótica y que era hipersexual. También decía que tenía una apariencia elegante y que parecía inofensivo ye so hacía que atrajera a las mujeres.

EL informe que realizo este médico con el perfil del asesino serial continúa de la siguiente manera:

“El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes”.

Otros de los factores que considero el médico que realizó el perfil criminal, que repito, fue el primero de la historia del crimen, eran los siguientes:

«El impulso homicida podía haberse desarrollado a partir de un sentimiento de venganza o de una condición mental melancólica, o la manía religiosa pudo haber sido la enfermedad original, pero no creo que alguna de éstas hipótesis sea la correcta»

Hay otros profesionales que también dijeron que el hecho de apuñalar y descuartizar a sus víctimas era producto de que el asesino obtenía placer sexual con los ataques. Sin embargo, otros también descartaron estas hipótesis como que padecia esquizofrenia y escuchaba voces que le ordenaban que matara a sus víctimas. El hecho es que,pese a todas las investigaciones y suposiciones, nadie pudo nunca dar con la identidad del asesino. Después de que pasaron los años hubo autores que le echaron la culpa a muchas personalidades de la época, dado que estaban muertas.

Algunas de las cosas que se hicieron en base a esta historia, más allá de los libros y películas que fueron muchos, está muy bien que recuerden el documental «Jack el destripador en América», que se emitió por Discovery Channel. Esta investigación asegura que el asesino viajó a Norteamérica en donde también había cometido macabros crímenes.

La conclusión del documental es que el asesino tan enigmático y brutal se llamaba James Kelly y habría escapado de un manicomio de Inglaterra. Para estos investigadores, los asesinatos pararon en Europa cuando éste hombre se fue a los Estados Unidos. Dicen también que el asesino escribió varias cartas a la policía. En un primer momento pensaron que era una broma pero en una de ellas amenazaba que les iba a cortar las orejas y así ocurrió en un posterior ataque. Las cartas más fuertes fueron Querido jefe, SAucy y Jacky y Desde el infierno.

La carta Querido Jefe, que fue en la que el asesino firmó con el nombre de Jack el destripador dice así:

“Querido Jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha atrapado, pero en realidad todavía no me ha pillado. En mi próximo trabajo le cortaré la oreja a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo de gritar. Mi cuchillo está tan bien afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito [...]
Atentamente, Jack el Destripador”.

La policía pensó que se trataba de una broma, también creyó que había sido obra de la misma prensa que buscaba ganar fama con el relato de los crímenes y así vender más periódicos, pero todo eso se echó por tierra cuando encontraron más muertas del modo en que lo describía el asesino en la misiva.

Otra de las misivas que recibió el departamento de policía, aparentemente firmadas por el asesino fue la postal «Saucy Jacky», que tenía fecha del 11 de octubre de 1888. Dicen que es muy probable que las haya redactado el asesino serial, ya que muy pocos datos habían dado a conocer a la prensa, por lo que es muy factible que fuera obra de él.

La postal contenía las siguientes líneas, muy parecidas a las que estaban en la carta que fue enviada anteriormente y que se conoce con el nombre de Querido jefe. Dice así:

“No bromeaba querido jefe cuando le di el chivatazo. Mañana tendrá noticias del «Bueno de Jack». Esta vez, la cosa es doble; la primera chilló un poco y no pude rematarla, no me dio tiempo a quitarle la oreja para la policía, gracias por retener mi última carta hasta que volví al trabajo.

Jack el Destripador”.

La tercera carta que envió Jack el destripador a la policía se llamó «Desde el infierno». La recibieron el 16 de octubre de 1888 y estaba escrita con otra caligrafía que las anteriores. Sin embargo, había con la misiva una caja en la que estaba un riñón, de una de las mujeres que fueron halladas muertas.
Desués de ser analizado por varios médicos forenses se concluyó que el riñón era humano y que era muy probable que fuera de una de las víctimas.
«Desde el infierno» decía lo siguiente:

“Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk.

Jack el Destripador”.

La revista Scotland Yard publicó facsímiles (fotocopias) de la primera carta titulada carta «Querido Jefe» con la esperanza de que alguien reconozca la letra del asesino que asolaba las calles de Londres pero no tuvieron éxito. Más tarde, los investigadores aseguraron que era un periodista el autor de la carta y también de la postal. Este reportero se llamaba Fred Best y confesó en 1931 que las había escrito para mantener vivo el espíritu del asesino. Una perito calígrafa analizó la escritura del periodista y concluyeron que efectivamente había sido el autor de la carta, pero que actuó bajo las órdenes del editor del diario en el que salió publicada.

No hace falta decir que la aparición en la escena de Londres de este asesino serial marcó un hito en la forma del tratamiento de los crímenes en Inglaterra por parte de los medios de comunicación. Si bien no fue el primero en la historia, sí fue el primero que creó una especie de caos social que se extendió por todo el mundo.

La crueldad y lo macabro de los crímenes cometido por Jack el destripador pusieron en tela de juicio las condiciones infrahumanas en las que se vivía en algunos barrios periféricos de Londres. De este modo, las masas se proclamaron en contra de los hacinamientos y de la pobreza en los suburbios. Con los años, los barrios en donde se cometieron los asesinatos fueron demolidos pero actualmente se hacen giras turísticas en algunos lugares en los que fueron cometidos los crímenes.

En la actualidad, si bien la tecnología ayudaría a que se busquen datos más concretos, resulta que la muestras de ADN están muy contaminadas y por eso es que los forenses pueden hacer hoy en día para revelar el secreto. Hasta hoy, hay más de cien investigaciones llevadas a cabo por diferentes profesionales que van desde psicólogos, policías, abogados y periodistas. Todos apuntan a lo mismo: revelar la identidad de Jack el destripador.

La primera vez que la figura de Jack el destripador apareció en el cine fue en la década del 20, con dirección de Alfred Hitchcock. En esta película muda el criminal aparecía vistiendo ropa con capas como alguien que intenta agarrar a las víctimas desprevenidas. En esta película el emblemático maestro del suspenso jugó con las sombras para dar un ambiente tenebroso, reflejando el mal que encerraba la personalidad del asesino.

Creo que no hay en la historia del crimen otro asesino que haya ganado más popularidad que Jack el destripador, también llamado por la prensa El mandril de cuero. En el año 2006, a más de un siglo de su aparición, el criminal fue elegido por la revista BBC History como el ser más detestable de todos los tiempos. Por supuesto, creo que es posible que este mito se haya acrecentado al no haber podido resolver el crimen y que aún nos e sepa la identidad de este macabro personaje que asoló a Londres en la época victoriana.

Qué decir de la literatura…Jack el Destripador es personaje central en cientos de libros, novelas, cuentos y hasta poemas que hablas de sus matanzas. Entre ellos se pueden mencionar Diario del Destripador, la ópera Lulú, de Albvan Berg, hecha en 1930,la novela The Curse Upon Mitre Square, escrita por John Francis Brewer.

Otra de las obras es In Darkest London, de Margaret Harkness, la cual salió publicada con el pseudónimo de John Law y cuenta que Jack el destripador es un carnicero que, si bien no era judío, se ocultaba en esa comunidad.

Esta historia fue tan estremecedora que trascendió los límites de su país y tuvo grandes repercusiones a nivel internacional. Hasta se hizo una selección de relatos cortos escritos en sueco. La historia quizás más influyente haya sido al de Marie Lowndes, la cual inspiró a Alfred Hitchcock para hacer su película muda sobre el criminal.

Otra historia muy bien lograda fue la novela de Leonard Matters, publicada en el año 1926, en donde aborda los crímenes de Jack el destripador y en la que dice que el asesino era un médico que había sufrido la muerte de su hijo que se había contagiado la sífilis por mantener relaciones con una prostituta y de ahí si rencor para con estas mujeres. Este médico tenía por apodo «Dr. Stanley» y luego de cometer los crímenes huyo a la Argentina. Las suposiciones de este autor fueron publicadas con el formato de un libro que tenía por título The Mystery of Jack the Ripper (el misterio de Jack el destripador, según su traducción). Este libro inspiro a otros autores para narrar nuevas historias y hacer películas.

Otro relato a destacar es «Yours Truly, Jack the Ripper», de Robert Bloch,el cual salió en el año 1943 y en donde dice que el asesino es inmortal y que mata para sacrificar a las víctimas y mantenerse con vida. Realmente hay una infinidad de obras de cine, películas, poemas, canciones o cuentos, sin mencionar los ensayos y el material académico de investigación sobre la vida y las matanzas de Jack el destripador.

El libro de Marie Lowden fue uno de los que más popularidad cobró ya que tuvo varias adaptaciones al cine. Estas adaptaciones fueron: The Lodger: A Story of the London Fog, de Alfred Hitchcock (1927), The Lodger (1932), The Lodger (1944), Man in the Attic (1953) y The Lodger (2009). Otras de las películas hechas sobre la vida del asesino fueron Room to Let (1949); Hands of the Ripper (1971) y Terror in the Wax Museum (1973).

También se hicieron historietas sobre Jack el destripador. Una de ellas es la titulada From Hella, que es una suerte de novela gráfica que cuenta con la autoría de Alan Moore y Eddie Campbell. Pero no sólo quedó en los libros, el cine y las historietas, sino que también fue protagonista en comerciales y hasta la obra de Marie Lowndes fue llevada al teatro en el año 1917 en Londres con la producción de Grand Guinol.

La repercusión en la sociedad de los crímenes cometidos por Jack el destripador fue tan grande que ha perdurado a lo largo de los siglos. Así que no sólo se propagó a través de los géneros que he mencionado anteriormente, sino que también se hicieron canciones y series televisivas. En 1959 Link Wray hizo una versión instrumental que nada más tiene al comienzo una risa malvada y el alarido desgarrador de una mujer. Otras canciones que llevan por nombre «Destripador» fueron grabadas por Judas Prest en 976 y Praying Mantis en 1979pero son solo algunas de las cientos de obras que se hicieron para música.

En televisión en varias series aprecio la figura de Jack el destripador, pero modernizada o adaptada a la serie. Así pasó por Super agente 86, Criminal Minds, la isla de la fantasía, Cimarrón Strip, El sexto sentido. También estuvo presente en programas de radio y cientos de documentales.

Como si todo lo que les he contado fuera poco, entonces se sorprenderán cuando les diga que la figura de Jack el Destripador apareció hasta en video juegos. La primera vez fue en el año 1987 y luego, en 1992, el personaje apareció en los juegos de video Masterf of Darkness, de Sega.

En el video juego Ripper, que apareció en 1996 aparece un asesino serial aunque este juego tiene escenario en Estados Unidos en el año 2040. También Jack the Ripper, creado en el año 2003 en donde el jugador es un periodista que debe ir a cubrir una noticia de un crimen en serie que surgieron en Nueva York en 1901.

Las intervenciones son muchas y es bastante imposible citarlas a todas pero las empresa y productoras de video juegos han explotado la figura de Jack el destripador hasta la actualidad y se sigue reiventando para crear más ficción y entretenimiento.