“La 31 (una novela precaria)” de Ariel Magnus

Hay mil formas de encantar a un lector, desde una historia fantástica y mágica hasta una historia de amor y locura, pero en esta oportunidad el escritor argentino Ariel Magnus ha tomado como fuente de inspiración, para lograr encantar al lector, la Villa más conocida de la Argentina, “La villa 31” situada en Retiro.
En esta fantástica novela, el escritor, pone como personajes principales a los marginados, a los pobres y a su universo. Utilizando un realismo delirante el escritor logra retratar la vida logrando así un interesante entramado narrativo donde se ponen en escena la voz de los otros y la xenofobia de la clase media.
Así a través del uso excesivo de la risa y la ironía, desde donde se dice la verdad, se entreteja esta fascinante novela que simboliza ni más ni menos que la vida de los “otros”.

Es muy bueno que sepas compartir reseñas de autores que no muchos conocen. Me refiero, muy especialmente, a Ariel Magnus. Un joven autor que nació en la ciudad de Buenos Aires, en Argentina, pero que sus vivencias en Europa lo llevaron a desarrollar un estilo propio, siendo autor de novelas brillantes.

Además de La 31, Magnus es autor de Sandra, una novela en la que el escritor argentino desarrolla toda su genialidad, ya sea desde la trama misma hasta los más inverosímiles diálogos que se establecen a los largo de la historia.

El personaje principal de la novela está encarnado por Juan, quien mantiene dos trabajos muy especiales: es un artista dedicado al sexo y además se desempeña como empelado de una extraña firma que ayuda a los clientes a tomar la decisión de terminar con sus vidas.
Entre escenas escandalosas llenas de erotismo y conversaciones disparatadas, Magnus regala una de esas obras que no hay que dejar de leer.

Tal cual, muchas veces ocurre que no se dan a conocer autores contemporáneos argentinos. Al parecer la crítica sólo adora a los escritores ya consagrados y se olvidan de una nueva generación que está creciendo y que se está haciendo cada vez más fuerte. Aquella nueva generación tiene a Ariel Magnus y a Sergio Bizzio, por ejemplo, como autores fundamentales. Dos autores increíbles, con una sintaxis y creación impresionantes. Realmente hacía tiempo que no encontraba autores contemporáneos que puedan movilizarme con sus letras como lo han hecho estos dos grandes autores.
Es real que la élite literaria prefiere lo viejo y muy pocos críticos comentan los libros de los nuevos jóvenes escritores. Por ello digo y pienso que es muy interesante encontrar estos espacios de conversación y sobre todo de distribución de estos autores "menores" que muy pocas veces son nombrados, o si aparecen lo hacen a través de festivales o alguna que otra nota en una revista.
Sigamos distribuyendo y haciendo conocer a la nueva generación de escritores.