"El proceso" de Franz Kafka

“El proceso” de Kafka es una de las novelas más significativas e impresionantes del siglo XX, y de la que se desprende el conocido relato “Ante la ley”. Ésta novela incompleta, que Kafka jamás publicó, fue publicada póstumamente por su amigo Max Brod, que si bien tenía encargado destruir todos los escritos de Kafka post mortem no lo hizo sino que fue el encargado de publicar casi toda la bibliografía que Kafka no quiso publicar. No sabemos si este accionar de Brod fue un acto de buena fe o si fue en contra de los deseos de su amigo, de cualquier manera nosotros como lectores se lo agradecemos porque nos ha permitido disfrutar de esta novela que tanta historia y horror tiene para contar.
La novela cuenta la historia de Josef K, un joven bancario que de repente, una mañana, es detenido en su cuarto por unos oficiales que aseguran que el está procesado. K no tiene idea de que delito cometió, lo único que sabe es que deberá luchar contra las armas de la ley y la justicia para esclarecer su caso, en el que encontrará más problemas que soluciones. El personaje se embarcará en su aventura recorriendo los diversos escenarios de la justicia: lugares insólitos, monstruosos y devorantes que tienen como único objetivo desbordar y presionar al sujeto con sus leyes y procesos.
Esta fascinante historia pondrá en tela de juicio el horror, el miedo, el dolor y la impotencia del ser humano frente a un sistema opresor y malicioso. No olvidemos que Kafka escribe su novela como un escritor testigo de su época. Una época que estará pronta a abrir las puertas al fascismo, la opresión y el horror.
Quienes no la hayan leído se las recomiendo.

Hace poco he ido a uno de los lugares que menos me gusta ir, “el tribunal”, un sitio sombrío y lleno de papeles y artículos de oficina, policías y mucha gente. Los tribunales, como todos sabemos, son los lugares a los que los abogados asisten para trabajar, y la gente en general asiste para hacer trámites. Más allá de ello he caminado ese lugar y por mí cuerpo corrió una sensación de escalofrío total, el espacio es tan sombrío y oscuro que realmente la piel de pollo salta por tus poros. En ese recorrido en lo único que he pensado es en uno de mis libros preferidos: “El proceso” de Franz Kafka, realmente la forma en la que Kafka describe la escala de los hombres frente al “sistema” es increíble y realmente al entrar a uno de los lugares más burócratas me ha atravesado por el cuerpo e inevitablemente, gracias a la novela de Kafka, me he sentido una especie de Señor K.

Creo que “El proceso” es una de las novelas más completas de Franz Kafka aunque todos sepamos que está incompleta, digo que es la más completa porque realmente narra de manera brillante la figura del ser humano dentro del sistema, también es fundamental el papel que juega la figura del autor dentro de la obra ya que desde que comienza la novela hasta que “termina” nos ubica a nosotros, sus lectores, como los testigos de todo lo que le sucede al ser humano.
Dentro de un espacio que comprime y condena, Kafka es uno de los pocos que ha sabido observarlo y narrarlo a la perfección.
Uno de los mejores cineastas de todos los tiempos, Orson Wells, ha logrado traspasar a la pantalla gigante el gran universo de Kafka, realmente recomiendo no sólo leer la novela sino mirar la película porque luego de leerla van a ver que todo lo que se describe en la novela es retratado en la película.

Dentro de la novela hay una especie de cuento breve, "Ante la ley", donde se narra el verdadero poder que tiene la ley sobre el ser humano, y es uno de los cuentos más conocidos de Franz Kafka. A continuación comparto un fragmento:
"Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta a él y solicita que le deje entrar, pero el guardián contesta que por ahora no puede. El campesino se asoma a la puerta de la ley, que está como siempre abierta. El guardián, al verlo, se ríe y le dice que puede probar a entrar si quiere, pero que recuerde que él, con ser poderoso, es sólo el último de los guardianes; entre salón y salón hay más. Ya el tercero es tan terrible que ni el mismo guardián puede soportar su aspecto. El campesino no había previsto estos problemas, él creía que la ley debía estar siempre abierta para todos."