Tema: El cubano Alejo Carpentier

Estando en París, con la ayuda del poeta Robert Desnos, Alejo Carpentier empezó a frecuentar las reuniones de los artistas surrealistas, este hecho marcaría un antes y un después en la vida literaria del cubano, ya que el surrealismo influyó en sus obras. Su estadía en París, más la enseñanza de su madre del idioma francés, hizo que Carpentier pudiera escribir en español y en francés a la perfección. Más de su obra El reino de este mundo:

“El hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gente que nunca conocerá y que a su vez padecerán y espararán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse tareas”.

Luego de vivir en Francia Alejo Carpentier viajó a Madrid y volvió a Cuba hasta que regresó a Francia nuevamente. Pero a España no volvería hasta que terminó al Guerra Civil Española. Carpentier incursionó también en el cine, en Francia llegó a ser director de un sello cinematográfico y dirigió programas de radio en donde introdujo técnicas innovadoras. Más de su novela El reino de este mundo, la cual es considerada un clásico de la narrativa latinoamericana:

“En el reino de los cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término,imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo."

Alejo Carpentier fue un viajero, algunos de los lugares por donde estuvo fueron Mexico y Haití. Se casó con Lilia Esteban y viajó con ella en donde aprendió del mundo latinoamericano y de sus costumbres. Sobre estos viajes y estas experiencias escribió en su novela el reino de este mundo, la cual seguiré compartiendo con ustedes:

"Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién trabaja y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nuca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse Tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida, en el Reino de este Mundo."

La novela de Alejo Carpentier El reino de este mundo salió publicada por primera vez en el año 1949 en México. En ella muestra una increíble madurez literaria, que llevaría en el resto de sus obras y que distinguiría a este escritor. En Venezuela escribió otras obras como Los pasos perdidos, El siglo de las luces y El acoso. Mas fragmentos de El reino de este mundo:

“Pero es indudable que hay escasa defensa para poetas y artistas que loan el sadismo sin practicarlo, admiran el supermacho por impotencia, invocan espectros sin creer que respondan a los ensalmos, y fundan sociedades secretas, sectas literarias, grupos vagamente filosóficos, con santos y señas y arcanos fines -nunca alcanzados-, sin ser capaces de concebir una mística válida ni de abandonar los más mezquinos hábitos para jugarse el alma sobre la temible carta de una fe. Esto se me hizo particularmente evidente durante mi permanencia en Haití, al hallarme en contacto cotidiano con algo que podríamos llamar lo real maravilloso”.

En la novela corta El acoso Alerjo Crpentier muestra un pasaje sangriento entre dos bandas de terroristas enemigos. Este pasaje estuvo inspirado por los tiempos de enfrentamientos que hubo e Cuba después de que cayo el dictador Machado. En su otra novela, El Siglo de las luces, Carpentie si inspiró en viaje que hizo al Golfo de Santa Fe en Venezuela. Más fragmentos de el reino de este mundo:

“Pisaba yo una tierra donde millares de hombres ansiosos de libertad creyeron en los poderes licantrópicos de Mackandal, a punto de que esa fe colectiva produjera un milagro el día de su ejecución. Conocía ya la historia prodigiosa de Bouckman, el iniciado jamaiquino. Había estado en la Ciudadela La Ferriére, obra sin antecedentes arquitectónicos, únicamente anunciada por las Prisiones Imaginarias del Piranese. Había respirado la atmósfera creada por Henri Christophe, monarca de increíbles empeños, mucho más sorprendente que todos los reyes crueles inventados por los surrealistas, muy afectos a tiranías imaginarias, aunque no padecidas”.

Alejo Carpentier también vivió en Venezuela y fue allí en donde escribió la mayoría de sus cuentos, y tienen, muchos de ellos, como protagonistas a personajes que el escritor conoció en Caracas. En Venezuela trabajó como periodista y escribió muchos artículos, alrerededor de dos mil. Comparto ahora los últimos fragmentos de esta obra tan bella que es El reino de este mundo:

A cada paso hallaba lo real maravilloso. Pero pensaba, además, que esa presencia y vigencia de lo real maravilloso no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la América entera, donde todavía no se ha terminado de establecer, por ejemplo, un recuento de cosmogonías. Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en las vidas de hombres que inscribieron fechas en la historia del Continente y dejaron apellidos aún llevados: desde los buscadores de la Fuente de la Eterna Juventud, de la áurea ciudad de Manoa, hasta ciertos rebeldes de la primera hora o ciertos héroes modernos de nuestras guerras de independencia de tan mitológica traza como la coronela Juana de Azurduy.

La obra narrativa de Alejo Carpentier tuvo un impacto profundo en el escenario literario de Latinoamérica. Una de las particularidades del cubano fue introducir sus experiencias y lo que recolectó a o largo de sus viajes, sobre todo, la visión sobre el mundo y sus desigualdades sociales. Respecto a la época precolombina de América, se dicen que Carpentier muestra una nueva mirada. Más de su novela El reino de este mundo:

“Esto se me hizo particularmente evidente durante mi permanencia en Haití, al hallarme en contacto cotidiano con algo que podríamos llamar lo real maravilloso. Pisaba yo una tierra donde millares de hombres ansiosos de libertad creyeron en los poderes licantrópicos de Mackandal, a punto de que esa fe colectiva produjera un milagro el día de su ejecución. Conocía ya la historia prodigiosa de Bouckman, el iniciado jamaiquino. Había estado en la Ciudadela La Ferriére, obra sin antecedentes arquitectónicos, únicamente anunciada por las Prisiones Imaginarias del Piranese”.

Las novelas y cuentos de Alejo Carpentier muestran, según aseguran los críticos, que el libro es lo que el novelista y el tiempo es una mera ilusión en un universo en el que viven en un tiempo sin tiempo. Sus personajes son especiales, suelen ser gente que él hubo conocido durante sus numerosos viajes y que muestran algunas paradojas del mundo. Carpentier influyó en escritores como José Donoso, Fernando del Paso, Germán Espinosa, Leonardo Padura y Fernando Velázquez Medina. Más fragmentos de El reino de este mundo;

“Había respirado la atmósfera creada por Henri Christophe, monarca de increíbles empeños, mucho más sorprendente que todos los reyes crueles inventados por los surrealistas, muy afectos a tiranías imaginarias, aunque no padecidas. A cada paso hallaba lo real maravilloso. Pero pensaba, además, que esa presencia y vigencia de lo real maravilloso no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de la América entera, donde todavía no se ha terminado de establecer, por ejemplo, un recuento de cosmogonías”.